Venta de flores de calabaza y chiles. Mercado Teotitlán del Valle, Oaxaca.
Vendedora de tamales de elote (jojoto) Mercado Teotitlán del Valle, Oaxaca.
Mercado Teotitlán del Valle, Oaxaca.
Quesos frescos de vaca, los desmoldan al momento de la venta. Muy parecido a la ricota. Mercado Teotitlán del Valle, Oaxaca.
¿predecesor del pantonne? Así es el catálogo de colores de hilos de lana. Mercado Teotitlán del Valle, Oaxaca.
Esta cajita de madera es la medida para granos y especias. Mercado Teotitlán del Valle, Oaxaca.
La Sra. Lubia prepara flautas con salsa de frijoles, quesadilla, con y sin jardín (ensalada). Mercado Teotitlán del Valle, Oaxaca.
Queso Oaxaca, me recordó mucho al clineja, solo que más suave de sabor. Mercado Teotitlán del Valle, Oaxaca.
No hay mercado de México donde no esté presente una vendedora de Chile. Mercado Teotitlán del Valle, Oaxaca.
Mercado Teotitlán del Valle, Oaxaca.
Visité dos mercados en la región de Oaxaca. Uno funciona los sábados en la población de Teotitlán del Valle, famosa por sus telares. El otro funciona los domingos en Tlacolula, se trata de un centro de comercio más grande complejo, variado y ruidoso.
En líneas generales, los mercados mexicanos que tuve la oportunidad de conocer (en Distrito Federal y en Oaxaca), tienen como elementos comunes el colorido, el ruido, «la informalidad» y el trato directo con entre vendedores y compradores. En el caso de los oaxaqueños, destacan productos autóctonos que me hicieron recordar la despensa venezolana, como variedad de cambures, mangos, ciruelas de huesito, por solo mencionar algunas frutas. Además del queso Oaxaca, que se podría comparas con el queso clineja criollo.
En su estilo me encargaron ambos mercados. Comí deliciosamente, en lugares modestos pero limpios, hice compras, tomé fotografías, caminé, simplemente me nutrí en todas la acepciones del término. Gracias a mi amigo y colega Frederick Jiménez por sus excelentes oficios como guía y compartir sus lugares favoritos y recomendarme con sus proveedores de productos.
En este caso prefiero compartir algunas fotos, aquí si se aplica aquella máxima esbozada por Mchan «una imagen vale más que mil palabras».
Imposible un mercado en México sin flores. Mercado de Tlacolula, Oaxaca.
Molcajetes y piedras de moler, hermosamente decorados. Mercado de Tlacolula, Oaxaca.
El agua de jamaica la riven en bolsas con un pitillo y luegos las anudan. Mercado de Tlacolula, Oaxaca.
Mercado de Tlacolula, Oaxaca.
Mercado de Tlacolula, Oaxaca.
Lástima que estas cestas no caben en mi maleta. Mercado de Tlacolula, Oaxaca.
Mercado de Tlacolula, Oaxaca.
Flores de cacao para infusiones y aromatizar. Mercado de Tlacolula, Oaxaca.
Venden hojas de aguacate secas, uno de los principales condimientos para los frijoles negros. Dan un sabor inesperado para quien como yo está acostumbrado a comer caraotas negras aliñadas con sofrito. Mercado de Tlacolula, Oaxaca.
Gusanos secos que muelen con sal para la sal de gusano. Mercado de Tlacolula, Oaxaca.
Puestos de comida. Mercado de Tlacolula, Oaxaca.
Chiles de agua frescos, muy populares en esta zona. En teoría no pican tanto, pero es México, todo es picante. Mercado de Tlacolula, Oaxaca.
Comunicadora social y cocinera venezolana dedicada al periodismo gastronómico. Egresada de la UCAB con estudios de especialización en la Universidad Complutense, de crítica gastronómica en The Foodie Studies y entrenamiento sensorial en la Escuela de Catadores de Madrid. Actualmente, redactora en www.eltrinche.com y colaboradora en Sommelier y columnista del diario Correo de Perú. Conductora de rutas gastronómicas y editora de guías. Experta catadora de chocolates.