El Salon du Chocolat no solo pertenece a Francia, también está presente en siete países a lo se suma Perú en 2023, como el primer miembro productor de cacao y que forma parte de esta iniciativa. Al frente está el suizo-francés Gérald Palacios quien es el CEO desde hace siete años. Desde entonces ha hecho crecer este salón y lo convirtió en una franquicia cuyo temas centrales son el chocolate y el cacao como espacio fundamental para la gastronomía, formación profesional, su impacto en las comunidades productoras y de servicios vinculados al sector.
Actualmente, el Salon Du Chocolat va por su vigésima octava edición y convoca un total de 600 mil visitantes cada año en los tres continentes donde se efectúa. Desde hace hace más de veinte se internacionalizó, comenzando por Japón, uno de los mercados más atractivos para el sector porque es un gran consumidor de cacao, chocolates, y en gran parte, vinculados al lujo. Un negocio que Palacios comprende nítidamente, ya que trabajó para la marca francesa Louis Vuitton.
Palacios resulta una persona concentrada, clara al hablar, no da vueltas, con objetivos nítidos sobre el cacao y chocolate como parte de un ecosistema gastronómico, con muchas aplicaciones y posibilidades. Lee claramente un mercado que ha cambiado sustancialmente en años recientes, donde los países productores de cacao, más allá de elaborar chocolate, muestran una tendencia ascendente en el consumo. Los patrones de la demanda de este producto han evolucionado en varias direcciones, por lo que se hace necesario una «plataforma atractiva para el consumidor», tal como expresó en entrevista para Rutas Golosas.
Su presencia en el XVI Salón del Cacao y Chocolate de Perú es su segundo viaje a estas tierras. En 2022 se tomó el tiempo de recorrer zonas cacaoteras, de entender y ver de primera mano el potencial. Desde entonces comenzaron las conversaciones hasta que la negociación se concretó meses atrás. Por su parte, Perú lleva varios años participando en el salón en París, con apoyo de instituciones públicas y privadas, como parte de la promoción internacional de la gastronomía que tan buenos resultados ha arrojado. Dicho de otro modo, la mesa estaba servida para que esta alianza se concretara. Un verdadero ganar-ganar.
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«El chocolate es un producto gastronómico»
«Perú ha sido muy activo en el Salon du Chocolat donde ha participado desde hace mucho tiempo. Pienso que es la oportunidad para que los países productores de cacao y chocolateros se encuentren, porque hace dos décadas atrás eran como mundos separados. Pero siempre ha existido la voluntad que ambos confluyan. Además, los países productores también son consumidores desarrollan marcas propias, incrementando su consumo. Ya no se limitan a ser productores de materia prima. Para nosotros es muy importante porque hace veintidós años esto era un sueño», expresó Palacios.
«El Salon du Chocolat proporciona ideas y experiencia para desarrollar aún más el mercado nacional e internacional. Este año se sumarán otros países productores, donde Perú abre el camino. Esto nos ha llevado a desarrollar un concepto especial para este tipo de iniciativa, intercambiando el conocimiento entre productores y chocolateros de todas partes del mundo. La idea es crear una plataforma más atractiva para el consumidor. Queremos que al igual que en Francia, cuando se realice el salón solo se hable de chocolate durante esa semana», afirma.
Palacios sostiene que el Salón del Cacao y Chocolate peruano tiene un trabajo sólido, de contenido en los sectores de cacao y la producción de chocolate, pero, «tenemos que insertarlo en la agenda gastronómica, porque Perú cuenta con la ventaja del reconocimiento internacional sobre este tema. En Francia, por ejemplo, grandes chefs han entrado en el camino del chocolate, es un producto gastronómico. También es importante incentivar programas educativos en las áreas que laboran con este producto. Queremos que grandes profesionales del sector vengan e intercambien conocimiento. Un chocolatero, hoy, tiene trabajo en el mundo entero».
Finalmente, se refirió a la apertura que ganará Perú para participar en espacios internacionales referidos al chocolate, incluso, participar en los salones que se efectúan en otros países. «Un salón del chocolate no es una venta de maquinaria, tiene alma, lo conforman personas con pasión y abre oportunidades para toda la cadena de valor».