Esta tableta elaborada por Jordis Chocolate en la República Checa con cacao de Indonesia al 75%, merece una nota especial. Los checos son grandes fabricantes de chocolate, soy fan de un par de sus marcas a la que sumo Jordis. Tienen cierto instinto y sensibilidad para dejar salir lo mejor del grano.
En este caso el cacao proviene de la isla Palau Sumba, donde, desde 1990, funciona la cooperativa Gaura Estate que cultiva variedades de Criollos y Trinitarios a 200 m.s.n.m. No producen grandes cantidades y según algunos artículos, ponen un acento estricto y cuidadoso el proceso de post cosecha. Algunas marcas como la australiana @metiisto.chocolate y la inglesa @dormousechocs lo promocionan como una joya.
¿Qué ofrece esta tableta? ¡Se preguntarán!
Técnicamente bien ejecutada, buen brillo, uniforme, sin vetas en frente y espalda, y hay que considerar que viajó de la ciudad de Hradec Králové a Londres y de allí por correo normal hasta Lima (pocas tabletas sobrevive a la mitad de este trote).
Resulta arómatica, con notas a plátano, flores blancas y piel de citrico. Muy elegante. En boca es delicada, con un dulzor estimulante y una acidez que entusiasma, regala definidamente el sabor de cada fruta. Ufff sí, esto es producto de un conchado preciso.
Esta tableta de @jordischocolate tiene un final largo, que sostiene una acidez que termina llenando el cuerpo de alegría. Es como una persona que da gusto ver y abrazar, porque nos transmite buena vibra.