«La manera de beber café cambiará con los años. Es una bebida resiliente», Román Irrure de Nestlé Perú

«El café es una bebida resiliente. Su consumo tiene futuro porque es un hábito un ritual. El consumidor no quiere dejar de tomarlo», expresó Román Irrure Wolfisberg, director de la división de café, alimentos y bebidas de Nestlé Perú, en su intervención la 25ta Convención Nacional del café y cacao peruano. Su conferencia versó sobre las tendencias de consumo en países donde este las bebidas de este grano forman parte de mercados emergentes, entre las que se cuenta Perú, donde el consumo per cápita anual por persona es de 99 tazas, es decir que 2 por semana. «El objetivo es elevarlo a una taza por día, por persona. Aunque en la última década no ha crecido mucho su consumo, sino en precio. Está muy estable», firmó en el evento organizado por la Cámara Peruana del Café y el Cacao.

Según datos de la Junta Nacional del Café el consumo promedio anual en Perú es de 1.4 kilogramos, de los cuales 500g son importados y tipo solubles, donde Nestlé está a la cabeza del sector. Irrure afirma que la trasnacional compra el 5% del café verde producido en este país, que se envía a las plantas de procesamiento ubicadas en otros países de Latinoamérica como Brasil, donde se acopian granos de varias procedencias, pero, en el caso del café peruano forma parte de los productos premium. Donde además, el perfil se adapta a los gustos de cada mercado, porque los consumidores son diferentes.

Román Irrure Wolfisberg, director de la división de café, alimentos y bebidas de Nestlé Perú, durante su intervención en la 25ta Convención Nacional del Café y el Cacao organizada por la Cámara Peruana del Café y el Cacao / Foto: Rutas Golosas

3 billones de personas no beben café

Irrure Wolfisberg señala que hay un mercado potencial de 3 billones de personas que no beben café en el mundo, lo cual, es una cifra enorme a la que bien vale la pena prestarle atención. El ejecutivo, quien ha estado al frente de posiciones similares de la trasnacional suiza en Asia, Colombia y el Caribe, señala que las acciones están enfiladas a insertarse en nuevos espacios y públicos como sectores profesionales que tienen más acceso a oficinas, estudiantes, personas que viven solas o en pareja que buscan practicidad a quienes les viene bien una bebida estimulante para arrancar el día, fácil de preparar y que promueve espacios para socializar. «Ahí es donde se puede producir el primer contacto con el café. Es un gran producto para el sector, cien por ciento natural y estimulante», agrega.

También señala que la tendencia con mayor crecimiento es el consumo fuera del hogar, la cual ha resultado una oportunidad para introducir cafés premium y nuevos productos, tal como sucede en Corea del Sur, donde los cafés listos para beber o «ready to drink» han resultado exitosos, porque es práctico, se puede beber frio o caliente y en cualquier lugar. «La manera de tomar café ha cambiado, mis padres lo bebían de un modo, con crema y azúcar, por dar un ejemplo, muy distinta a mi manera de tomarlo y eso seguirá cambiando. En pocos años el café se consumirá de otro modo, es una bebida resiliente», además añadió, «acompaña muchos espacios de tu vida, especialmente, donde tienes que mantenerte despierto. Nestlé incentiva que el café esté ahí, para satisfacer esa necesidad».

En las tendencias resaltan el café fuera del hogar y los desayunos de fines de semana, porque reúne a la familia en torno a la mesa. Una tendencia que llama la atención es llevar la experiencia de la cafetería a la casa, que en otros países están vinculada a máquinas domésticas.

¿Cómo convive Nestlé con la tendencia de cafés de especialidad?

«Nestlé es una empresa de consumo masivo. Los cafés especiales son un nicho, no es nuestro fuerte. Pero tenemos una marca en esta categoría llamada Blue Bottle, que solo se vende en Estados Unidos, Japón, China y Corea del Sur. Claramente, los cafés especiales son una tendencia mundial, sigue siendo un sector pequeño, cuyo propósito es valorizar esa taza. Es decir, que cada taza desde el caficultor hasta el consumidor final, es decir, toda la cadena de valor pueda participar. Juegan un rol clave, porque pagan más al productor – en teoría – y la taza vale más. Además es un sector que comenzó fuera del hogar y ya es una tendencia.

Vanessa Rolfini Arteaga
Vanessa Rolfini Arteaga
Comunicadora social y cocinera venezolana dedicada al periodismo gastronómico. Egresada de la UCAB con estudios de especialización en la Universidad Complutense, de crítica gastronómica en The Foodie Studies y entrenamiento sensorial en la Escuela de Catadores de Madrid. Actualmente, redactora en Sommelier y columnista del diario Correo de Perú. Conductora de rutas gastronómicas y editora de guías. Experta catadora de chocolates.
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