No hay coincidencias, solo una maravillosa alineación. El día de la Virgen del Valle, la chocolatier venezolana María Fernanada Di Giacobbe recibirá el Basque Culinary Wold Prize por sus acciones y proyectos solidarios en pro de la gastronomía. «Todos los venezolanos tenemos relación con el cacao, es el fruto que nos vincula», expresa emocionada horas antes de recibir el galardón.
«Dentro de Venezuela este premio ha sido un suceso bonito por el entusiasmo que ha generado. La información ha llegado a productores que no habíamos podido contactar, como los de Bolívar, Anzoátegui, Guárico y Apure. Es decir, que el proyecto de Cacao de Origen ha tomado más visibilidad. Por su parte, afuera ha sido muy anunciado, estoy contenta y nerviosa porque estoy bajo la lupa, pero hay un tema de sensibilidad que me ha sorprendido sobre la situación de un país que está en una situación muy difícil, pero que todos quieren que eche para adelante«, afirma Di Giacobbe.
«Me he sentado a pensar lo que está pasando, lo que nos trajo aquí. Personalmente ha sido una lección, porque me está sucediendo lo que por años le he dicho a otros: que sueñen, que trabajen duro que eso tiene frutos, que sí se pueden hacer las cosas, que no se dejen vencer por el desánimo, aunque muchas veces las dudas me atacaban también a mi. Este premio le pertenece a un gentío, solo me toca ir a buscarlo», expresa muy emocionada la chocolatier, que al escucharla transmite una energía donde se hace imposible pensar que hay obstáculos en el vida.
El Basque Culinay World Price entre tantas cosas, incluye un premio de cien mil euros. En este caso, Di Giacobbe expresa que serán utilizados para la creación de una escuela donde productores y emprendedores del cacao y chocolate aprenderán todo lo necesario para hacer productos de factura internacional, que van desde el tratamiento del cacao en la plantación, post cosecha, elaboración del chocolate, bombonería, pasando por promoción, organización y proyección del negocio, además de comunicación, fotografía, empaques y manejo de redes sociales. Además, se abrirá una tienda donde la gente podrá adquirir todos los productos. Se estima que la escuela se ubique en el municipio Baruta, y el espacio de la tienda en el municipio Chacao.
«Nos ha tocado sentarnos, hacer cálculos, proyecciones, sacar cuentas. Ya la gente del Basque Culinary Center nos explicará los términos del manejo del dinero y el seguimiento que se le dará a los proyectos. Tenemos todo listo para entregarlo aquí», anuncia Di Giacobbe.
Por cierto, desde que se anunció el premio, María Fernanda Di Giacobbe no ha recibido ningún tipo de llamada, cita o comunicación con el poder ejecutivo venezolano. Sin embargo, se estableció contacto con la Asamblea Nacional, donde además de dar un discurso sobre la importancia del cacao como eje de transformación social, se ha creado una comisión que se reúne semanalmente para establecer algunos temas de legislación.
Sería muy bueno, que el gobierno venezolano apoyara con hechos tan básicos como simplificación y exoneraciones aduanales y fiscales para la instalación de la escuela y el recibimiento de los equipos. No vaya a repetir la historia de la escuela de Río Caribe, cuando los 50 mil dólares otorgados por el PNUD, por negligencia de la Cancillería se volvieron sal y agua y no alcanzaron ni para cubrir los aranceles de aduana.
También espero que un hecho tan importante sea noticia de primera plana, que todo el mundo lo comparta en sus muros, que se vuelva viral, un verdadero trendic topic como el cacerolazo de Villa Rosa, porque este tipo de acciones también son un golpe al sistema chavista. No hay represión que pueda contra el deseo, el sueño y la acción de empeñarse en hacer de Venezuela un gran país.