El Mute Santafereño en todo su esplendor
Mi madre entregada al mute
Betty, mi madre, con Serenella Rosas
Soy amante de las sopas en todas sus versiones, frías, calientes, livianas, en crema, con verdura y sin ella, de pescado, de cochino, de res, cruzada, hasta esas que hacen de gallina, cerdo y pescado juntos. Por supuesto, todo este amor deriva en mondongos, locros, chupes, ajiacos, huesitos, sopas de espinazo y pare de contar, es que las sopas dan para todo.
Lamentablemente, algunas de ellas son muy laboriosas, un mondongo por ejemplo, puede llevar más de un día de preparación, el solo hecho de lavar bien la panza es un acto heroico, porque hay que cepillarla, remojarla, echarle agua, vinagre, algunos incluso utilizan hasta jabón. Luego hay que remojarla y cambiarle el agua varias veces. Para cuando se empieza a cocer la panza para la sopa han transcurrido por lo menos 6 horas. Además por lo laborioso y delicado de las sopas a base de panza – mondongo, callos y mute – cuando alguien de confianza lo prepara es imposible decir que no, porque pasará mucho tiempo antes que aparezca otro chance.
Bueno, eso me pasó la semana pasada cuando El Enano me avisó desde el jueves, que sábado prepararía mondongo …. no me pude negar. Después de asistir al programa con el profesor Víctor Moreno, arrastré hasta allá a mi madre y a Antonio.
Cuando llegamos, El Enano, tan amado como siempre, me dijo que no había hecho mondogo pero que tenía en la cocina un invitado estrella, de nacionalidad colombiana que le había preparado un mute santafereño. Por cierto, no conocí al maravilloso cocinero porque ya se había ido.
El Mute Santafereño es una sopa con varios tipos de granos, papas, maíz, panza, piel de cochino y costilla de res. Al cocerlos todos los ingredientes dan paso a un sabor sin igual, equilibrado, sin que nadie sobresalga. A medida que iba comienzo sentía como el mute se apoderaba de mi cuerpo, estaba empapada de sudor …. que sensación tan maravillosa. Además acompañan el mute con arroz y tostones que no pude comer porque mi instinto suicida esa día no caminaba junto a mi.
Mientras comía pensaba, «con esta bomba voy a matar a mi mamá», quien se aventuró y sin dudas pidió su plato de mute. Menos mal que Antonio no se animó, porque siempre es bueno que alguien tenga capacidad de manejar en medio de una emergencia. Pero para nuestra sorpresa, mas allá del vaporón, no sentí que la comida me cayera pesada, muy por el contrario no me dio ni sueño, así que pude hacer sin dificultad lo que tenía que previsto en la tarde .
De todas maneras, el mondongo quedó pendiente. Cuando el Enano me avise otra vez que lo va a preparar, pienso darle prioridad en este blog, para que prueben un plato tan maravilloso de nuestra gastronomía preparado por alguien de confianza. Según Serenella, la esposa del Enano, él aprendió a elaborarlo con un señor que hacía mondongo todos los sábados para vender, así que en esa materia hay horas de vuelo que avalan la experiencia.
La Factoría del Enano queda en Colinas de Bello Monte, diagonal a la Alcaldía de Baruta, frente a Quick Express.
se ve muy bueno. ¿cuándo me llevas al Enano?
Aslam: ya te avisaré, vale la pena
Conocí al Enano en mis tiempos de periodista en la gober mirandina. Recuerdo que era (y debe seguir así) un personaje muy divertido. Va y Aslan, avísenme cuando vayan. Un besito. Yadi