Para el encuentro mensual con especialistas del área vitivinícola, Luis Gómez, enólogo de Intipalka recolectó directo de los tanques, dos muestras de Malbec cultivado en Ica. ¿La diferencia? Que uno proviene de clones procedente de Francia y el otro de Argentina. El primero ya tiene dos décadas en Perú y el latinoamericano, apenas dos años.
Gómez afirma que el Ica es un terroir idóneo para que el Malbec se exprese e invita a sacarse de la cabeza otras expresiones de esta uva, para dar cabida sin prejuicios al peruano. Del clon francés el enólogo ha hecho una selección de la selección, una acción hecha con cuidado, pensando en vinos de alta gama que dormirán largo tiempo en barricas hasta mostrar lo mejor de sí. «Hacemos los vinos desde el viñedo, caminamos día a día los viñedos», expresa el profesional, a propósito de las 50 hectáreas cultivadas en Ica.
Malbec superlativo
“En 3 o 4 años tendremos un Malbec peruano superlativo. Se pueden hacer las cosas de otro modo, siempre y cuando estén bien estudiadas, y le estamos sumando la experiencia propia», apuntó Gómez
La experiencia resultó reveladora, el vino procedente del clon argentino resultó de tonos violáceos, más frutal y el venido de los clones galos se mostró elegante, sedoso con notas a torrefacto y chocolate. Eran como gemelos, pero claramente diferenciados. Estoy segura que los próximos vinos de alta gama de Intipalka tendrán mucho que decir y mostrar.
Sin duda vivir en un país productor de vinos tiene sus ventajas, especialmente, si el enólogo tiene el tiempo de compartir con especialistas del área como comunicadores y sommeliers, tal como lo hace la Bodega Santiago Queirolo a través de su marca Intipalka.
¡¡¡Buen trabajo!!!