En Caracas muchas opciones de gastronomía peruana ya estaban disponibles mucho antes del revuelo gastronómico de estas épocas. Se trata de un lugar para disfrutar y llevarse una impresión firme sobre lo que se cuece en Perú.
El periodista peruano Raúl Vargas expresó en una ocasión sobre la gastronomía de su país, “es imposible resistirse a los orgullos regionales que ofrecen alimentos y productos (…) para que cuaje la idea de una cocina peruana han tenido que pasar tiempo y paciencia”. Una afirmación contundente sobre una de las culinarias con mayor proyección en la actualidad. Ese orgullo culinario-nacional, que sazona las ollas de los restaurantes peruanos en el mundo, también se saborea en el Restaurant José Antonio.
Ubicado en solitario a medio camino entre la torre de La Previsora y los estadios de la UCV, pasa desapercibido al ojo distraído. Apenas se cruza la puerta, se encontrará en un espacio cálido, iluminado, limpio, lleno de reminiscencias del Perú. El restaurant lleva casi treinta años en el mismo lugar y se preguntará por qué no se animó antes a entrar.
Al frente de los fogones está el limeño Mario Lau Lam, economista de profesión, quien llegó a Venezuela hace 34 años. Hijo Victoria Lam, matrona culinaria de Lima, de ella aprendió el oficio y los secretos de los fogones. “Respeto las recetas de siempre, la tradición sin cambios ni añadidos”, expresa.
La carta del restaurant José Antonio es un paseo por todas las regiones peruanas, hay desde ceviches, causas, anticuchos, jaleas, tiraditos, pulpo a la oliva, chupe de pollo, camarones o mariscos, chicharrones de pescado, carapulca, arroz con pato, incluso platillos en homenaje a la emblemática cocinera Rosita Ríos. Hay dos cartas, una de lo que hay siempre disponible y otra con las especialidades, la recomendación es empezar por la segunda.
Lau asegura que su sello distintivo es la cocina “chaufa”, es decir, la fusión de la culinaria peruana con la china, comunidad que encontró en dicho país tierra fértil para expresarse de modos inusitados, con el añadido que el chef en cuestión, es 75% de origen chino.
La recomendación al llegar es pedir una refrescante chicha morada o un chilcano, es decir, uno de los tragos más populares en Perú elaborado con pisco y ginger ale. Luego explorar la carta llena de delicias para cerrar con una deliciosa mazamorra o un suspiro limeño.
La atención es correcta, la cerveza siempre está fría o la Inca Cola disponible, los precios son más que ajustados y los fines de semana tienen platos especiales acompañados con música peruana.
Señas: Calle Oropeza Castillo con Av Los Estadios. Edif Arvelo, PB. Teléfonos: 0212 7827665. Abierto todos los días.
Texto publicado en la sección «lugares de encuentro» de edición de septiembre de la revista Sala de Espera