Valduero nace y crece arruyado por la tierra


Las plantas de Tempranillo me recuerdan a los Baobabs que da la impresión que tienen las raíces hacia arriba. No se dejen engañar de estás vides «enanas» pero con raíces que superan su tamaño 4, 5, o 6 veces su tallos y ramas, de donde nace el brioso vino Tempranillo o Tinto Fino como se le dice en España, del que salen crianzas, reservas y gran reservas. El mundo del vino está lleno de contradicciones, en una tierra aparentemente seca, con plantas que parecen que desafían toda lógica se produce uno de los «alimentos» más maravillosos que hace el ser humano.


Esta «plantita» es un ejemplar de Tempranillo que apenas estaba retoñando. Este año, al igual que en 2008, las plantas retoñaron muy tarde, lo que retrasó considerablemente la vendimia, al punto que fue la bodega que España que hizo la vendimia más tardía en el 2008 hacia principios de noviembre, ese hecho fue destacado en muchos medios de comunicación.


A primera vista me parecía increíble que esa extensión de tierra aparentemente seca fuera un viñedo
, que en mi idea mental siempre se asemeja a un lugar verde, aunque había visto fotos de lugares agrestes donde crecen las vides, mi sorpresa no disminuyó cuando llegamos a Bodegas Valduero, cerca de Burgos en la Rivera del Duero, esa región cuyos vinos se han posicionado de una fama internacional inmejorable.

Había tenido la oportunidad de conocer en Caracas a Carolina García Viadero, al igual que su export Manager para América Latina, Alfonso González, a quienes amenacé con visitar hasta que gracias a la ayuda de Marcela Silva y Ana María Rodriguez, pude hacer efectiva mi amenaza.

A Carolina la vimos un momentico en las oficinas de la bodega en Madrid, como siempre muy cariñosa y amable, andaba corriendo armando un viaje de negocios. Luego nos llevaron a la bodega ubicada en la Rivera del Duero, en el pueblo de Gumiel de Mercado cerca de la localidad de Burgos.

Mientras uno se acerca a la bodega el paisaje es tonos marrones con escasos toques de verde y por todas partes se ven las plantas de tempranillo que apenas retoñaban. Más cerca a la bodega a lo lejos se divisaban las tres puertas negras que llevan a los túneles donde reposa y de hace el vino. Estas las había visto por fotos, por eso me emocioné mucho al apreciarlas en vivo y directo.

Nos recibió Don Gregorio García, lo cual supimos es una ocasión excepcional porque rara vez hace de anfitrión, acompañado del export manager Alfonzo González. Vimos todas las instalaciones, recorrimos los fríos túneles, caminamos entre barricas y botellas que reposan en un ambiente bajo tierra donde parece que nada en este mundo les pueda alterar. Los fuertes olores a madera y alcohol impregnan hasta la ropa, pero es una sensación deliciosa, ojalá ese olor se pudiera reproducir en un palito de incienso.

Luego caminamos entre los viñedos, vimos las construcciones del nuevo túnel y escuchamos los planes de boca de don Gregorio cuyo entusiasmo es envidiable. Muy interesante además porque se toparon con una cueva que durante la guerra civil española sirvió de refugio a el Cura Merino. Clausuraron el acceso externo y ahora ese lugar será un espacio para degustar vinos que llevará el nombre del héroe regional.

Hacia el final del recorrido nos llevaron a almorzar en la casa donde se ubica el primer lagar, debajo de la cual a cincuenta metros bajo tierra reposan los gran reserva. Una casa de piedra, de dos pisos donde la señora Mercedes se ocupa de alimentar a todos con su ricos guisos. Ese lugar está destinado a invitados especiales como importadores, comerciantes, periodistas y amigos de la familia. Al terminar el almuerzo conocimos a la enóloga de la bodega, Yolanda García, quien muy amable compartió un ratico con nosotros.

El almuerzo empezó calmando la sed con el vino blanco 9 grados, luego sirvieron morcilla de burgos y chorizo. Seguido de una ensalada Cazadora con escabeche de perdiz acompañada de queso manchego que también produce la familia Garcia Viadero, el cual se ha ganado un montón de premios en España. Como plato fuerte sirvieron cordero asado y de postre fresas maceradas en vino Valduero (Mercedes se resiste a dar la receta). Por supuesto, todo armonizado con vinos de la bodega, de los cuales muestro las fotos en este espacio con sus debidas explicaciones.

A la gente de las Bodegas Valduero, públicamente les expreso mi más profundo agradecimiento por la hospitalidad y el cariño.


Vista panorámica de la sede de Bodegas Valduero, aquí se encuentran parte de las oficinas, la embotelladora y el depósito.


Don Gregorio García, padre de Carolina y Yolanda García Viadero, cuya imaginación y trabajo le ha llevado a cavar y acondicionar los túneles donde se forman y reposan los vinos Valduero. Es increible compartir con él, tiene una energía que da la impresión que vivirá por lo menos cien años más, muestra con entusiasmado todos los planes y nuevas obras que se están haciendo además de participar activamente en el proceso de elaboración del vino. En esta foto frente a una de las puertas que conducen a los túneles.


UNACEPA 2006. Un vino muy interesante, un 100% Tempranillo cuya premisa es una planta- una botella, un vino que la gente de Valduero califica de diseño, complicado de producir pero que les ha mostrado un camino fascinante.

9 grados. Un vino blanco diseñado según la enóloga Yolanda Garcia pensando en el público femenino, donde se cuida además de la frescura y la calidad que el grado alcohólico sea el que promete el nombre de la etiqueta. Un vino muy, pero muy fresco ligeramente frizante ideal para un país como Venezuela porque calma la sed y el calor.


Alfonso, mi mamá y Don Gregorio, mientras nos mostraban los nuevos túneles que alojaran las nuevas barricas ya que Bodegas Valduro ha registrado un crecimiento sostenido de 6% anual. En estas cuevas o túneles la temperatura es constante sin importar la época del año. Son frías, muy frías, alrededor de 17 grados centígrados.


Export Manager de Valduero, Alfonso González, a quien me dio mucho gusto ver en la bodega ya que hemos compartido en Venezuela. Alfonso me comentaba que le alegra muchísimo recibir allá a alguien conocido de los países a los que viaja, porque siempre le prometen que los van a visitar y jamás sucede, y con el aditivo que él se encontraba en España.
En la foto durante el almuerzo, degustamos Viadero 2008, un vino blanco hecho con una uva llamada Albillo, que palabras-más-palabras-menos, es la hermana blanca del Tempranillo, cuya producción y procesamiento no está cubierta por el consejo regulador de la zona, pero la gente de Valduero ya sembraba antes de que este organismo existiera. Valduero es una de las pocas bodegas que la produce. Como buen vino blanco es fresco, en nariz con un aroma muy frutal pero ligeramente cítricas y en boca salen esos sabores, pero tiene un toque mineral que termina de darle un sabor redondito. Lástima que no llega a Venezuela.


En la escalera que lleva 50 metros bajo tierra al la primera Bodega Valduero donde en este momento reposan vinos los gran reserva. Queda debajo de la casa donde estaba el primer lagar con el procesaban las uvas, una casa ubicada en Gumiel de Mercado, que ahora hace de anfitriona a los invitados especiales de la bodega, donde almorzamos estupendamente.

Vanessa Rolfini Arteaga
Vanessa Rolfini Arteaga
Comunicadora social y cocinera venezolana dedicada al periodismo gastronómico. Egresada de la UCAB con estudios de especialización en la Universidad Complutense, de crítica gastronómica en The Foodie Studies y entrenamiento sensorial en la Escuela de Catadores de Madrid. Actualmente, redactora en Sommelier y columnista del diario Correo de Perú. Conductora de rutas gastronómicas y editora de guías. Experta catadora de chocolates.
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