Villa de Cura, con hambre y anarquía / por Elsa Pilato

 saqueos villa de cura 2 rutas golosasVilla de Cura fue noticia nacional por los saqueos que se produjeron el lunes por la noche y el martes de esta semana.

El martes los supermercados del centro amanecieron, como sucede casi todos los días de la semana, con gente en cola y mucho más gente aglomerada en las puertas de los establecimientos.

La rutina es que grupos de personas se muevan de negocio a negocio según los productos que estén vendiendo. La angustia por no encontrar los alimentos básicos, el madrugonazo, las largas horas de pie en una fila, los silbidos, gritos, empujones y golpes ya son normales para el villacurano. Ese día la diferencia fue que cerca del mediodía la gente empezó a correr con nerviosismo e incertidumbre al regarse la voz de los saqueos que sucedían por la plaza Bolívar, y la mayoría de los comercios cerró sus puertas. Más tarde, una caravana de antimotines de la GNB logró que las personas y vehículos prácticamente desaparecieran del centro por algunas horas.

Los rumores llenaron ese vacío en esta ciudad del sur de Aragua, pero también los testimonios que dan cuenta de secuestros de camiones con comida, saqueos organizados nadie sabe bien por quién, o no se atreven a decirlo en voz alta.

La noche del martes 9 de agosto, en dos barrios distantes, según testimonios de familias amigas, “los muchachos” de la zona tocaron la puerta de las casas para dar exactamente el mismo mensaje: “Esta noche a las 10 llega un camión de pollo para saquearlo, esté pendiente para que agarre”. En efecto, el camión llegó a uno de los barrios; el chofer, cuentan, recibió dinero para conducir la cava hasta la zona y dejar que la gente tomara la mercancía.

Algunos habrán saqueado, otros, a pesar de no haber podido trabajar por culpa del día convulsionado en La Villa, de tener poco o nada para cenar y desayunar, se abstuvieron. “Eso es robar, pan para hoy y hambre para mañana”.

saqueos villa de cura 3 rutas golosasLa Villa ya no es de Cura, es la villa de la anarquía.

Un lugar donde pocos respetan la ley, donde el empoderamiento del pueblo, tan mentado en los últimos 18 años, se ejerce a punta de pistola; donde paran un carro y le dicen al conductor “abre el capó y saca la batería”, donde al salir de una panadería te arrebatan la bolsa de pan.

También es la villa donde se pone en duda la actuación de los funcionarios policiales, donde se cuestiona su integridad en estos duros tiempos de escasez; donde la dueña de un negocio humilla a la gente en la cola sin importar su edad ni condición; donde mujeres con niños en brazos se apiñan frente a un supermercado con la esperanza de comprar algún producto regulado; donde amanece y la cabeza de familia tiene que pensar con qué y cómo alimentará a su familia.

Villa de Cura es solo una pequeña porción de Venezuela. Seguramente, quienes lean este texto tendrán historias similares o aún peores para compartir. Todos sufrimos las consecuencias de un pésimo gobierno que comenzó en 1999, el peor de nuestra historia.

 

Fotos: Elsa Pilato

Elsa Pilato Díaz
Elsa Pilato Díazhttps://elsapilato.wordpress.com/
Periodista, escritora, amante de la buena comida, las pelotas de fútbol y beisbol y los gatos.
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