Las combinaciones intrépidas de Amatiel

Pocas cosas se comparan al placer de un bocado que emociona y sorprende. La desgustación comienza cuando se lee una etiqueta y en la cabeza solo se piensa que determinada combinación es sencillamente imposible, pero al hacer contacto con las papilas, el cuerpo dice otra cosa.  Indudablemente, en la cocina al igual que en la vida, no solo basta la cabeza sino la sorpresa, la magia y el corazón.

Cardamomo, moras y cilantro, un trío que podría ser el nuevo nombre de los tres chiflados, pero que establecen una armonía inquebrantable al calor del azúcar en una mermelada. Sí, en la mente es como tratar de encajar cubos en círculos, pero en la boca es simplemente perfecta y sutil.

Primero se siente el sabor de la mora, luego una lucha a cuchillo entre el cardamomo y el cilantro por establecer su presencia y su espacio. Pero termina imponiéndose el cilantro, al apoderarse del retrogusto. El paladar queda saturado pero quiere más. Entonces, se admiten nuevos integrantes en la fiesta, como quesos de cabra madurados. La responsable de tanta emoción es Elianora Moreno, con su marca Amatiel.

Me gustan las mermeladas de Amatiel. Bien elaboradas, con la textura y la consistencia en el punto exacto. Pero lo que más me sorprenden son las combinaciones intrépidas y audaces. Actualmente ofrece tres versiones: naranja california, piña, jengibre y pimienta rosada; manzana, guindillas y pimentón rojo. Además de mi favorita a base moras.

Ofrece otros productos, bien elaborados como licores,»té energizantes» y un topping de tamarindo y flor de Jamaica, que le subirá el volumen a cualquier helado, panqueca o ensalada de frutas.

Señas: @aamatiel / artesaníasamatiel@gmail.com

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