Esta tableta de Chocolate Sublime 9 al 70% elaborada con cacao criollo moderno, origen La Guaira, por el chocolatier Alexander Espinoza, que tiene mi atención. Sigo su trabajo desde hace unos años cuando una de sus tabletas cayó e mis manos por casualidad. Le he hecho pedidos, incluso, de su versión del Miramar. 20 puntos en la #gastroboleta
Época está elaborada con granos de la zona de Catia La Mar, en La Guaira, que, para cualquier local es sinónimo de playa pero no de cacao. En este caso se trata de una plantación de 800 árboles aproximadamente que mantiene el proceso de trazabilidad con un cuido del proceso detallado de la post cosecha, me cuenta Espinoza, quien por cierto vive en la zona.
Sublime 9 Época resalto dos aspectos:
- Elaborada con cacao criollo moderno o criollo híbrido, que el investigador Juan Motamayor en 2002 refirió a criollos ancestrales mezclados con forasteros, que les dan mayor rendimiento y resistencia. En este caso, sumo un factor interesante: su contacto directo con la brisa marina. Su aroma evidencia su linaje.
- Época en 2022 obtuvo tercer lugar en la categoría de chocolate de origen Bean to bar no saborizado en la Feria del Cacao y Ron en Venezuela.





Notas de cata Época Sublime 9:
Increíblemente aromático, como buen criollo que se precie, a mango y plátano, flores de macis, que con el tostado medio ofrece un rico aroma a madera y tierra mojada.
En el paladar al principio se siente un amargor que pisa fuerte, pero segundos después explota la fruta, que sabe a plátanos titiaros horneados, a mango maduro, con una acidez que me recuerda al semeruco de mi infancia. Luego notas suaves a nuez moscada y un acético que rendodea el perfil. Si este chocolate quedó de tercero, los otros dos debieron ser más que apoteósicos.
Espinoza me hizo llegar varias tabletas, por lo que guardaré las demás. Esperaré que evolucione, esta historia promete.
Está a la venta, solo escriban a Sublime 9 por DM. Hace envíos internacionales por DHL (verificar normas sanitarias del país al que se hace el envío).
Buen trabajo Alexander, esto demuestra que también hay “Sublimes” buenos.