No es lo mismo un cupcake, que un ponquecito*

Los «cupcakes» están de furor. No me extraña. Se trata de un formato cómodo, versátil, que amplia las posibilidades de decoración y presentación a niveles insospechados. Todo eso está muy bien.  De hecho,  me encantan.

Pero me han gustado siempre. Cuando en mi lonchera, de vez en cuando se dejaba colar alguno de los que hacía mi abuela. Algunas veces con un toque de limón, otras con glaseado y pepitas de colores, incluso con una cubierta de chocolate mezclado con leche condensada. Solo que para ese entonces se llamaban «PONQUECITOS».

Esta moda de los «cupcakes» me recuerda aquella cuña televisiva de zapatos Kickers que decía: «no es lo mismo un cachito, que un crossaint», «no es lo mismo un ramo, que un bouquet» o «no es lo mismo un sostén, que un brasiere».  Siempre en el primer caso, la versión criolla aparecía disminuida y desmejorada, mientras que la francesa brillante y glamorosa. Igual sucede con los ponquecitos, por ejemplo,  si buscan en internet la versión nacional se muestra en imágenes que dan pena ajena, mientras que los tan boga cupcakes en fotos  que hacen salivar.

Pero qué manía tenemos los venezolanos de aceptar sin resistencia cualquier moda o modismo del lenguaje. Entiendo que algunos platos históricamente han recibido nombres foráneos y eso tiene una clara explicación. Pero en el caso de los «ponquecitos» ya tenían nombre, lugar, espacio en la memoria sensorial, culinaria y nacional. Entonces por qué ahora hasta te miran feo, o peor aún, no te entienden si dices: «ah! pero son ponquecitos».

Esto parece una tontería, pero no lo es. Se trata de un ejemplo perfecto, de cómo somos incapaces de defender  las tradiciones lingüísticas. Sí,  suena «chic» decir «cupcake», pero se escucha increíblemente tierna y propia la palabra «ponquecito».  Bien dicen que nadie es profeta en su tierra.

(*) La palabra ponquecito o ponquesito no aparece la manera correcta de escribirla en ningún diccionario o fuente confiable de gastronomía o lenguaje. Sin embargo, por sugerencia de algunos lectores y previa consulta con Jacqueline Goldberg, la coloco con «C».  Aparentemente su origen viene de la palabra «ponqué» que Rafael Cartay en el Diccionario de Alimentación y Gastronomía de Venezuela, editado por la Fundación Empresas Polar en 1997, dice » torta hecha con harina, mantequilla, huevos y azúcar. Viene del inglés ´pound cake´».

Vanessa Rolfini Arteaga
Vanessa Rolfini Arteaga
Comunicadora social y cocinera venezolana dedicada al periodismo gastronómico. Egresada de la UCAB con estudios de especialización en la Universidad Complutense, de crítica gastronómica en The Foodie Studies y entrenamiento sensorial en la Escuela de Catadores de Madrid. Actualmente, redactora en Sommelier y columnista del diario Correo de Perú. Conductora de rutas gastronómicas y editora de guías. Experta catadora de chocolates.
  1. Para mi son madalenas antes que ponquesitos… jejeje porque así le dicen en mi casa a propósito de la descendencia española pero no te traumes como sabrás en España están igual de invadidos por la fiebre de los cupcake… valdría la pena investigar también de donde viene decirle ponquecitos… yo supongo que sera porque son pequeños ponqués y hasta donde se ponqué viene de poundcake (http://en.wikipedia.org/wiki/Pound_cake) así que no va muy lejos el asunto de la influencia lingüística… de todas formas dicen que esa es una de las bellezas del lenguaje su constante tranformación… 🙂
    PD: y que me dices de los muffin… jejej que son?

  2. Los susodichos “cupcake”, además de cambiar un nombre tradicional que ciertamente no nos es propio, introducen un empalagamiento con ínfulas de sofisticación y novedad. Es el kiitch llevado a lo venezolano, oficio de aburridas, moda que da dinero, admirable esmero en algunos casos. Ya aprecerá en alguna película de Almodovar. Suerte que hay aún quien aprecie y hornee la sencillez de los ponquecitos, si acaso decorados con chispas de colores o de chocolate, siempre en su atávico papelito blanco. No todo debe renovarse. La tradición se interpreta, no se aplasta.

  3. Me ha llamado la atención esta breve reseña- aunque tiene su tiempo de publicada, no habia tenido oprtunidad de leerla- Y concuerdo contigo… aunque se ha vuelto una moda trasmitida por la TV y demas medios, ¿Por qué ser tiranos con nuestras raices? A ver quién en este pais no ha comido un llamado PONQUECITO, en españa los llaman Magdalenas, en italia Muffins; en estados unidos Cupcakes aunque sean diferentes las tecnicas el producto es el mismo, cuál es el rollo de referirnos a él bajo nuestro lexico: Ponquecitos y decir a otros: ¡¡¡haaa no disculpa aqui se conocen como Ponquecitos!!! y por cierto a lo que aqui corronchamente para algunos decimos Guachiman a un vigilante, que proviene del anglosajón: Watch man, no quiere decir que lo perpetuaramos así, sino que mas bien lo adaptamos a nuestra cultura linguistica. Me gusto esta información, ¿Por qué no popularizar o internacionalizar nuestro lenguaje?

  4. Bueno, me van a disculpar todos aquí, pero NO es lo mismo, en lo absoluto. Y a la chica del último comentario NO, en estados unidos no le dicen Cupcakes a los ponquecitos, le dicen Muffin y a los cupcakes le dicen cupcakes. «El muffin presente en la mayoría de los países es un alimento dulce elaborado de forma similar a las magdalenas, aunque con ingredientes distintos. Se realizan en un molde y pueden presentar distintos sabores y relleno de toda clase, tanto dulces como salados. No debe confundirse con un cupcake.»

  5. Me parece que deberían informarse antes de decir que queremos aplastar nuestro lenguaje, porque sí hay una diferencia entre estas dos cosas, así que no deberíamos llamarlo igual. El cupcake proviene de USA y el muffin (ponquecito para nosotros) proviene de Inglaterra y antes de que existieran los moldes para ponquecitos, los cupcakes los hacían en tazas o ramequines, de ahí viene que se llamaran cupcakes de (cup y cake).

    • Gracias por tu aclaratoria, algo ruda para mi gusto, pero sin embargo digna de respeto. No pienso igual que tú, me tomé el trabajo de informarme antes de escribir este post, incluso si revisas la recetas son bastantes parecidas y el formato también, el resto son detalles propios de la evolución de las recetas, porque las recetas evolucionan, y eso viene dado por muchos factores como calidad de los ingredientes, sistema de vida, tecnología culinaria, tendencias, etc. Pero más allá de eso, me sirvo de los ponquecitos para poner en el tapate la manía que tenemos los venezolanos de aceptar todo sin preguntar, todo lo que suene en otro idioma siempre es mejor. Nadie ha dicho aquí algo sobre «aplastar nuestro lenguaje», solo es un llamado de atención sobre cosas que hacemos sin pensar.

  6. ponquesitos o cupcakes, ricos, sabrosos, deliciosos, agradables, buenisimos, como se les llame, al verlos solo pensamos en degustarlos, comerlos, disfrutarlos, ingerirlos y decir: uuuhhhmmm, como diria el volcan de America, Argenis carruyo: esto si esta BUENO¡

  7. aprovecho para invitarlos a probar los fabricados por galletera manzanares (IGM) presente en la mayoria de los supermercados y cadenas nacionales son deliciosos made in venezuela

spot_img

Recientes

Artículos relacionados