La segunda semana de marzo el ciclón Yaku ha afectado al Perú, especialmente, al norte y centro del país con fuertes lluvias, altas temperaturas, humedad, huaycos, inundaciones. Si bien las regiones más afectadas han sido Tumbes, Piura y Lambayeque, algunas zonas productoras de vino y pisco de Lima e Ica no se han escapado a este fenómeno meteorológico.
Para tener una idea general de la situación, Rutas Golosas consultó a varios productores, enólogos y expertos, de varias regiones, incluso del sur donde no hay reportes de lluvias. Lo cierto es que el primer trimestre de 2023 ha sido difícil en general para este sector que ha tenido enfrentar, por ejemplo, bloqueos de las vías, a lo que se suma este ciclón.
Nota de la autora: este post sigue en construcción. A medida que vayan llegando reportes se sumarán al texto.
Reportes del clima y las uvas en primera persona
«Las fuertes lluvias a pocos días de la vendimia podría poner en peligro la cosecha y estropear las uvas, porque la vid es muy sensible y absorbería una cantidad excesiva de agua, reduciendo su calidad y modificando el sabor final del vino. Además, la excesiva humedad favorece la proliferación de agentes patógenos (pudrición gris y ácida) y la pérdida de levaduras nativas al lavarse los racimos expuestos. Esta situación también afecta la vendimia a nivel comercial y de marketing, al suspenderse las festividades y eventos vinculados esta festividad». Karl Mendoza Solari, ingeniero agro-ambiental. Investigador y consultor en Agricultura Sustentable
«La lluvia afectó muchísimo la vendimia 2023 en Quilmaná, especialmente, a las uvas blancas, aunque ninguna de las variedades de uvas pisqueras se salvó. Pero, estoy seguro que esta lluvia es algo diferente que la de años anteriores, observo que quema las bayas y luego les sale un polvo blanquecino. Sospecho que es la lluvia ácida y que termina malogrando todo el racimo. En mi caso, perdí el 80% de las uvas Moscatel de Alejandría y de Albilla, el 30% de Quebranta y Negra Criolla, está última, demostró ser la más resistente. Aún así doy gracias por recuperar algo para poder hacer vinos y piscos. La tierra te da, la tierra te quita. Así lo entiendo desde siempre, me quedo con la esperanza que el próximo año será mejor. ¡¡A seguir adelante!!». Alberto Di Laura, productor Pisco Don Amadeo.
«En la zona de Zuñiga, Pacarán, Lunahuana y Cañete, la maduración de la uva se inicia en diciembre en la parte alta, es decir, en este momento la mayor parte ya cosechó. En algunos lugares que cambiaron su época de cosecha aún tienen uvas de las variedades Quebranta e Italia, a lo que se suma la dificultad es el traslado y, quizás, la caída de su valor en el mercado. Pero noticias de alguna bodega que haya sido destruida o directamente afectada no tengo información». Danny Villanueva, Asesor vitivinicola o enólogo Bodega Mi Rosedal.
«Exactamente por donde estamos nosotros, por Nuevo Imperial no ha pasado a mayores. Sin embargo, zonas muy cercanas sí se han visto afectadas. Entiendo que en otras zonas de Cañete, sí se ha llevado parte de uva y el agua ha entrado a los terrenos. Agradezco que aquí la cosa se ha mantenido un poco más tranquila, dificultando las fechas de vendimia pero es algo mínimo en comparación a lo que sucede en otros lugares. Esperamos que se no agrave la situación, las uvas están bien cuidadas y esperamos no nos afecte en mayor proporción». Johana Fabian, Viña D´Los Campos.
«Por el momento, las lluvias no nos han producido problemas, quizá una demora en transporte. Pero, nada fuera de lo normal. Hemos estado preparando la viña para recibir este tipo de precipitaciones, así que veremos en unos días cómo avanza cuando salga el sol, en especial, toda la parte sanitaria. Por lo pronto, no cambia nada nuestro plan de trabajo, ni de cosecha». Luis Gómez, enólogo Viñas Queirolo.
«En Santa Rita de Siguas, Arequipa, no hemos tenido problemas porque las nubes están subiendo. Aquí no tenemos lluvias por ahora. Me preocupa porque estoy a punto de cosechar dentro de tres días». Víctor Hugo Zegarra, Bodega Midolo.
«Felizmente, en el caso de Viejo Molino, aquí en el sur, en Moquegua, todavía no hay lluvias y espero que siga así, porque sino se complicaría. Salvo lo que ya se ha cosechado, porque una lluvia antes de la vendimia puede echar a perder toda la producción». Javier Coaila, Bodega Viejo Molino.