Los nuevos sabores del centro de Caracas

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Sorpresivamente, el centro de Caracas se destaca en el mapa de las opciones gastronómicas. Remodelado, limpio y reorganizado, las cuadras comprendidas entre las avenidas Urdaneta y Universidad — Baralt y Fuerzas Armadas suman a su relevancia histórica, la culinaria. La mejor manera de llegar al centro es en Metro, bajarse en la estación Capitolio y comenzar con un café en Artesanos, diagonal a la Plaza Bolívar en la esquina la Torre. El lugar es pequeño, con mesitas afuera, por lo general muy concurrido, porque el olor a café es penetrante. Los responsables son los cocineros Antonio Gámez y Ángel Rincón.

En el caso del café, lo traen directamente desde Biscucuy, estado Portuguesa, y forman parte del proyecto de Café Azul, que consiste en el cuido del producto desde su siembra hasta el servicio. Recordará ese café que inundaba con su aroma toda la casa, suave y firme al paladar. Por otra parte, son famosos sus golfeados y tortas. Desde hace poco, ofrecen alternativas saladas con pan artesanal rellenos de embutidos que ellos elaboran. Tienen un sucursal de Platanal a Desesperados, en el edificio Granor.

Una cuadra hacia el sur, en la esquina de Gradillas está ubicado Café Venezuela, que forma parte de un proyecto oficial de cafeterías en todo el país. Se trata de un acogedor espacio con opciones dulces y saladas, además de diversas preparaciones entre la que se destaca el “frapé de café”. Al lado, funciona Cacao Venezuela.

La esquina Principal es la tercera a explorar en el mismo ámbito de la plaza. Junto al teatro que lleva el mismo nombre, funciona Carne y Frijol, con una amplia y animada terraza, además de una propuesta poco definida, pero muy popular porque siempre está lleno. Contempla pizzas, algunos platos italianos, comida criolla y árabe. Disponen una programación musical muy activa, porque los dueños son músicos.

La Plaza Bolívar está bien cuidada, merece un paseo y hasta sentarse un rato a disfrutar el simple hecho de ver a la gente pasar. Otra opción al lado de la Catedral es el café del Museo Sacro, que antes únicamente ofrecía cocina fría, pero ha ampliado su menú y de lunes a viernes al mediodía, dispone de ricas ensaladas, ceviches, algunos platos calientes, sopas y postres. Con una presentación cuidada, raciones generosas y siempre atendido por Zaida Contreras y Marcos Páez.

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Hacia la Urdaneta
Entre las esquinas de Veroes a Jesuitas, se ubica la casa Lorenzo Mendoza. Una hermosa edificación que funciona como museo y biblioteca de la Fundación Empresas Polar. En el jardín posterior, en un fresco caney rodeado de árboles frutales y flores se encuentra el Café Casa Veroes, donde el chef Edgardo Morales ofrece una de las propuestas de cocina criolla más interesantes y completas de Caracas. Cuajado de pescado, pabellón pero con cazón o “pata e´ grillo”, asopados, estofado colonial, escabeches, mondongo, entre otras delicias, son creativamente presentados a los comensales que de lunes a viernes, llenan el local.

Pero no hay que dejar de lado los lugares escondidos, pequeños, a los que apenas se les ve el nombre, pero además de buen café ofrecen excelente servicio. Kaffe piso 5 es un espacio que quedó encapsulado en la locura del centro. Sorpresivamente silencioso, con wi-fi, mullidos sofás y la acogedora atención de Arlenis Olivero, quien se ocupa personalmente de un menú simple pero muy sabroso, compuesto por omelettes, ponquecitos, sánduches y tortas. Lo encontrará en plena avenida Urdaneta, en el quinto piso del edificio 37, diagonal al elevado de la avenida Fuerzas Armadas.

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La torta del Libertador
La familia Hernández oriunda de la Pastora, asegura que obtuvo esta receta de una vecina, que a su vez la aprendió de una señora apellido Planas, quien aseguraba que se la preparaban al propio Simón Bolívar cuando niño. La receta en sí es muy parecida a una melosa criolla y desde hace décadas se puede comprar en La Flor de la Canela, entre las esquinas Padre Sierra a Conde. El lugar es fácil de encontrar, porque afuera venden chicharrón de cochino. Basta preguntar por la Torta del Libertador.

Otro lugar sorpresivo es Chocolate con cariño, en la esquina San Jacinto. Allí funciona una chocolatería con bebidas, postres y bombones elaborados con cacao de la hacienda La Concepción, ubicada en Barlovento. El lugar es amplio y de noche en la terraza ofrecen clases de baile y música en vivo.

El centro de Caracas que para muchos es sinónimo de caos, para otros de oficinas públicas o excursiones de escuela, siempre ha tenido ofertas interesantes, que por lo general las disfrutan quienes hacen vida allí. Ahora, merece el esfuerzo de un paseo culinario armonizado con historia.

Vanessa Rolfini Arteaga
Vanessa Rolfini Arteaga
Comunicadora social y cocinera venezolana dedicada al periodismo gastronómico. Egresada de la UCAB con estudios de especialización en la Universidad Complutense, de crítica gastronómica en The Foodie Studies y entrenamiento sensorial en la Escuela de Catadores de Madrid. Actualmente, redactora en Sommelier y columnista del diario Correo de Perú. Conductora de rutas gastronómicas y editora de guías. Experta catadora de chocolates.

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