“El café, fruto tan apreciable, yo mismo hice la prueba, le sembré y creció de modo que se vio aquella tierra muy a propósito para dar copiosas cosechas de ese fruto”, José Guimilla s.j. (1730)
Caracas, jueves 8 de diciembre de 2014. Sale publicada la Gaceta Oficial No.40577, cuyo artículo cuatro estipula: “Con el propósito de abastecer la Reserva Estratégica Nacional de Café, los productores y productoras, solo podrán arrimar y/o comercializar cosechas, de manera directa y sin intermediación ante la Corporación Venezolana del Café, S.A., a través de los puestos de compra de sus empresas filiales, afiliadas y/o tuteladas (…) en tal sentido queda prohibida la venta de café verde, café en pergamino y café en cereza, por parte de los productores y productoras a intermediarios y cualquier otro actor distinto a los señalados en el aparte anterior”.
Días después ante la presión se hizo una modificación del decreto que añade lo siguiente “(…)a través de los puestos de compra de sus empresas filiales, afiliadas y/o tuteladas (…) y ante las Asociaciones de Productores legalmente constituidas, previa verificación y certificación de tal carácter por parte de la Corporación Venezolana del Café” . Más adelante añade “Los productores o productoras no podrán movilizar café verde, café en pergamino y café en cereza, sin la respectiva Guía de Movilización”.
Más que un decreto y su respectiva modificación parece un obituario. Una mala noticia cuyos motivos a primeras luces no quedan claros, porque desde 2009 cuando el Estado venezolano “nacionalizó” las empresas Fama de América y Marcelo y Rivero (Café Madrid y El Peñón), se convirtió en el gran empresario del café criollo, con un estimulante 80% de participación de mercado. El resto quedó repartido entre los miembros de Asociación de Industria Venezolana del café – ASICAF- y uno que otro procesador de café especial o gourmet, que no llegan al 0.5%.
Entonces, ¿qué sucede?, ¿contra quién es esta ley? ¿auto-regulación? ¿por qué sale justo ahora cuando comienza la cosecha 2014? ¿En verdad es para frenar el contrabando como alega la justificación del decreto? Desde la fecha de su publicación resultan ensordecedores los rumores, casi todos imposibles de confirmar pero no de creer, como que el decreto agarró de sorpresa a altas esferas del gobierno, a los productores y todas las industrias que viven del café directa e indirectamente. Como expresó la artesana del café Gabriela Stari “me dedico al café, si no puedo trabajar con él, qué voy a hacer”.
Desde hace meses, los productores se vienen quejando de la mala cosecha de este año, dadas las adversas condiciones del clima, presencia de roya en 2013 que dejó secuelas y el descontrol de la broca que en Venezuela es un tema endémico, además de la ausencia de los fertilizantes necesarios e idóneos. Lo cierto es que una producción, que a todas luces ya no era suficiente para abastecer el mercado local, bajó aún más y al parecer no hay suficientes recursos para seguir importando.
Por otra parte, extraoficialmente algunos procesadores de café coinciden en señalar que los productores no quieren venderle al Estado su producción porque paga a precios regulados y a crédito. Lo explico mejor, el precio oficial del quintal (46kg) está a Bs. 4500, contra los 10 a 15 mil bolívares que pagan los particulares y en muchos casos por adelantado, a lo que se suma el contrabando de extracción.
Entonces, da la impresión que el único modo que encontró el gobierno nacional de garantizar el suministro fue vía decreto, es decir, me-vendes-o-me-vendes. Personalmente, quisiera ver si en verdad emitirán la guía de movilización y qué requisitos solicitarán, lo que tienen que tener claro todos los involucrados con el café es que el Ejecutivo no la pondrá fácil. En principio, ante las quejas accedieron a la modificación, espero no sea un placebo.
¿A quién afectaría directamente esta medida? En principio a los productores de café, que se ven obligados a vender su producto en condiciones desventajosas y me atrevo a vaticinar, migrarán a otros cultivos como ha venido sucediendo desde hace años. Luego, salen perjudicados todos los intermediarios y centros de acopio privados, los procesadores medianos y pequeños y finalmente, el consumidor, a quien como me dijo el productor Vicente Pérez en una entrevista un par de años atrás: “las autoridades han puesto al rico y al pobre a tomar un solo sabor, sabor Mercal”.
Mientras tanto, solo resta esperar, ver qué sucederá, si en verdad respetarán el decreto y su respectiva modificación, que afectaría negativamente a tanta gente y que no es más que la consecuencia de malas decisiones y desconocimiento. Si solo se le podía vender al gobierno entonces iba en contra además de otro decreto presidencial anunciado en Gaceta Extraordinaria vía Habilitante número 6151, publicado el 18 de noviembre de 2014 como Ley Antimonopolio: “la norma señala que quedan prohibidas las concentraciones económicas que produzcan o refuercen una posición de dominio en todo o parte del mercado o que puedan generar efectos contrarios a la competencia efectiva, la democratización en la producción, distribución y comercialización de bienes y servicios” (Diario El Mundo 24/11/2014).
Este es un nuevo capítulo en la truculenta y lamentable historia del café venezolano, que nació para ser glorioso, apreciado y admirado, pero ha resultado víctima de malas decisiones, ambiciones mal sanas, amantes y detractores y a fin cuentas como la gasolina no es más que un tema político. Hay que esperar qué sucederá el próximo año esta es una historia en pleno desarrollo y que no pinta bien.