Tal vez el SIG 2010 fue víctima de aquello que llaman «la profecía autocumplida», por aquello izar como bandera una campaña que en sí fue un fracaso. Nadie ha encontrado en El Dorado. Una historia cuyo saldo solo exhibe fracasos, porque su búsqueda únicamente ha registrado desapariciones, muertos o aventureros que perdieron la cordura. Sí, la idea romántica de que ahora ese tesoro escondido está en sabores e iniciativas, que surgen de la selva amazónica como nuevo granero del planeta, suena incluso jalada de los pelos. Este pensamiento cruzó mi mente en el vano intento de asimilar lo vivido el fin de semana.
Pero si se lleva a un terreno práctico, el SIG 2010 está lleno de lecciones, como suele suceder con el fracaso, del que todos ojalá hayamos aprendido algo. Reflexión que dejo a discreción de cada quien, porque ahora toca revisar y aprender. Solo me atrevo a asomar, que el trabajo en equipo cuando se hace con gente idónea, profesional y comprometida ofrece los mejores resultados, porque tuvimos la oportunidad de apreciar las dos caras de la misma moneda.
Por una parte, la honestidad y la mística sí tienen cabida en un país como este, donde no podemos ni debemos hacernos cómplices de la mediocridad.
¿Habrá SIG 2011? Ojalá! Aunque en este momento se trate de la pregunta de las cincuenta mil lochas. Para sus organizadores será un antecedente difícil de sortear. Espero que este sabor amargo que ha quedado, sirva para enmendar errores y asumir el compromiso de mantener un espacio que no debe morir, porque es necesario, pero NUNCA bajo las condiciones de irrespeto y marginalidad que nos tocó vivir a expositores, ponentes y público en general. Quienes a su vez deben exigir un trato justo, considerado y respetuoso.
Luego de leer por completo tus tres dias de tortura en el SIG 2010, no me queda otra cosa que felicitarte y al resto de los colegas y amigos que tuvieron el valor de asistir y resistir los malos tratos y la peor organizacion de esta desmejorada edicion del SIG. Espero que los nuevos organizadores aprendan con esta experiencia que no todo es ganar-ganar a costa del agravio a clientes y usuarios.El SIG debe seguir, pero con mejor organizacion y no me estoy refiriendo al equipo de soldados de a pie como Sasha, sino a los que de verdad toman las decisiones que sus peones deben asumir, asi sean las peores.Otra cosa que no entendi jamas es como los expositores aceptaron exhibir sus productos en un sitio a medio terminar y con tantas fallas estructurales. Es que acaso les dieron los stands de gratis? lo dudo!!! Pero si alguien pudo hacer peso en que se aplazara el evento un par de semanas, fueron ellos, al final son los que mas arriesgan!De verdad que una lastima todo lo que he leido del SIG. Mejorara para el 2011? o pasara a la historia como el Festival Internacional de Teatro? Espero que no, espero ver en el 2011 a mis amigos y colegas reunidos bajo el mismo techo pero con aire acondicionado y con las condiciones fisicas del lugar en pleno funcionamiento.Como dije estas criticas que sirvan de ejemplo a cosas por corregir para los organizadores, quienes no deberian tirarse al piso con pataletas histericas por que eso no soluciona nada. Lo unico que soluciona es un sincero Mea Culpa y, acto seguido, arremangarse la camisa, y empezar a corregir las grandes fallas que presentaron este año.