La Copa de Cervezas de América celebra su tercera edición en Temuco, Chile, del 2 al 6 de septiembre. En esta oportunidad, participan 505 etiquetas procedentes de todo el continente, compitiendo en más de 23 categorías, que contando las subdivisiones alcanza la apetecible cifra de 79 variedades.
Una oportunidad que la Asociación de Cerveceros Artesanales de Venezuela no dejó pasar por alto y en esta oportunidad nos representan 14 etiquetas, distribuidas en 11 categorías. Todo un logro, considerando que el boom de las birras artesanales criollas en nuestro país no lleva más de tres años y el órgano que las agrupa cuenta con 80 miembros hasta la fecha.
Las bases de la competencia estipulan que pueden participar cervezas que se comercialicen, más allá de su naturaleza industrial o artesanal, quedando fuera las de garaje y las caseras. La metodología es una cata a ciegas donde la evaluación está a cargo de 16 jueces.
En esta edición por Venezuela compiten las marcas Mito Brewhouse, Pisse des Gottes, Norte del Sur, Birra Coronarias, Brew Artesanal y Cerveza Pilger. Cada quien evaluó sus posibilidades, en cuál categoría podía participar, realizó y pagó su inscripción, y con la ayuda de ProChile salieron al paso en el tema de los permisos y avales, se enviaron las botellas vía correo privado, que según las exigencias de los organizadores debían ser 3 por cada tipo.
Nuestras cervezas nos representan dignamente, aunque les tocó hacer el trayecto en solitario. Dado el problema de los pasajes aéreos ningún cervecero pudo acompañar su producto. Se hace imposible no evocar la imagen de un menor de edad, que viaja solo con un gran cartón identificador en el pecho y que se lo entregan a la aeromoza en la puerta del avión, quien tiene que ocuparse de él hasta que llegue a su destino.
Además, para estos productores era la oportunidad de participar en el tercer Congreso Cervecero y la primera expo Cerveza Gourmet de Chile. Una verdadera lástima porque el roce internacional hace falta, para lograr mejores resultados, aprender, crecer, mirase en otros espejos, pero este aislamiento al que estamos sometidos lo afecta todo. Otra vez será.
En caso de las cervezas criollas, no es la primera vez que participamos en un concurso internacional. Por ejemplo, la merideña Mito Brewhouse ganó medalla de oro con su cerveza de trigo, en la categoría de invitados internacionales, de la Copa de Cervezas de México celebrado el año pasado.
No deja de sorprender la pasión de los cerveceros artesanales, en especial de los criollos, que sin un marco legal y tributario que los apoye y dificultades para acceder a la materia prima, se empeñen en seguir adelante, mejorar y tener la decisión y la valentía de medirse con sus congéneres latinoamericanos.
Lo cierto, es que este movimiento no se detendrá. Dentro de ciertos ámbitos encuentra consumidores sedientos de experimentar nuevos sabores y texturas de una de las bebidas más complejas. Como bien dicen entre estos artesanos, «hay tantas cervezas como cerveceros». En nuestro país es un campo que apenas comienza.
Muchas etiquetas han crecido increíblemente en calidad, han aprendido por ensayo y error, de las circunstancias de otros, además trabajan en conjunto, son como un enjambre que avanza con objetivos claros, y eso más temprano que tarde rendirá sus frutos.
Por lo pronto, el 6 de septiembre a las ochos y treinta de la noche (hora de Chile), se anunciarán los resultados. Las expectativas son grandes, solo queda cruzar los dedos para que celebremos con burbujas de cebada o trigo el triunfo de alguna compatriota.
Columna «Limones en almíbar» en El Universal Web 4/9/2014
Tuve la oportunidad de participar en una cata de cervezas y no estamos hablando de productos comunes resultados del ensayo y error, más bien de verdaderas cervezas elaboradas bajo estrictos protocolos y materia primas que logran los mas altos y exigentes productos , en ese caso la MITO Merideña, dejo claro ser una cervecera de primera. Por encima de las tradicionales grandes ligas.
gracias por tu comentario. Cuando digo «ensayo y error» no lo digo como algo despectivo, muy por el contrario. He seguido de cerca la evolución de los cerveceros artesanales en Venezuela, y han logrado calidad porque se aventuran, innovan y también se equivocan. Eso los ha llevado ser buenos. También los cerveceros son muchos, los hay más experimentados que otros, algunos logran mejores productos por muchas razones.