El chocolate Friis Holm es danés con cacao de ADN nicaragüense

Este #martesdechocolate se lo dedico a Dinamarca que estrena rey, Federico X. En este caso, es la marca de chocolates del chef Mikketl Friis-Holm quien desde los noventa se empezó a interesar por el chocolate cuando trabajaba en California y tuvo contacto con Scharffenberger Chocolate, que forma parte de las marcas que iniciaron el movimiento #beantobar, a lo que se suma su contacto con Bonnat y el moviento gastronómico danés que tanta repercusión ha tenido en el ámbito internacional. Ha tenido la buena estrella de estar en los lugares correctos, a lo que se suma la vinculación de Dinamarca con Nicaragua a través de la Agencia Danesa de Cooperación Internaciona -Danida– para impulsar la calidad de vida de los productores de cacao, con quien se involucró desde 2007.

Oficialmente, en “en 2014 se fundó Friis-Holm Chocolate A / S, con la ayuda de pequeños inversores y el banco estructural danés «Vækstfonden».

Sus chocolates ya habían llegado a mis manos por medio de Cocoa Runners y de la chocolatera venezolana Corina Ximenez de Xoco by Corina.

Acerca de la barra Friss Holm de la foto

Probé todo lo que Friis Holm tenía sobre la mesa en el Salon Du Chocolat de París 2023, quien fue paciente y respondió una a una todas mis preguntas, quienes me conocen saben que pueden ser bastantes. Sus chocolates tienen a mi parecer dos características fundamentales: una innegable influencia francesa, pero menos grasosos, donde la manteca es parte importante del perfil y es técnicamente resulta impecable. Hay cuidado en la selección de los granos, los interpreta bien.

Este Barba al 70% está hecho con granos de Nicaragua, como casi todos sus chocolates. Lo compré porque me daba registros a frutos frescos, especialmente, “mamón”, una fruta muy apreciada por los venezolanos. Experimenté un flechazo. No había sentido ese descriptor en ninguna tableta. Pero como todos los registros volátiles del chocolate, la guarda de varios meses se llevó esos aromas, y ahora ofrece aromas secundarios como frutas maduras, guindones (ciruelas pasas), incluso, tabaco fresco. Es cremoso pero no demasiado, lo justo. Un equilibrio que lo mete en mis favoritos.

Amé esta barra.

Vanessa Rolfini Arteaga
Vanessa Rolfini Arteaga
Comunicadora social y cocinera venezolana dedicada al periodismo gastronómico. Egresada de la UCAB con estudios de especialización en la Universidad Complutense, de crítica gastronómica en The Foodie Studies y entrenamiento sensorial en la Escuela de Catadores de Madrid. Actualmente, redactora en Sommelier y columnista del diario Correo de Perú. Conductora de rutas gastronómicas y editora de guías. Experta catadora de chocolates.
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