La obesidad no es asunto de jugos dulzones sino de malos hábitos alimenticios

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El Diario Últimas Noticias abrió fuegos el sábado 26/11 con las siguientes declaraciones de Félix Osorio, Ministro de la Alimentación: “Con el apoyo del INN, estamos reduciendo las cantidades de azúcar en los jugos para luchar también contra el flagelo de la obesidad”, dijo. Recordó que la obesidad afecta a 38% de los venezolanos. “Con estas medidas también mejoraremos la salud de nuestra población”.

Al respecto algunas consideraciones. En primer lugar, qué bueno que el gobierno bolivariano ofrezca cifras oficiales, en especial, de un tema de salud pública. Una preocupación válida porque entre las principales causas de muerte en el país,  están dos estrechamente vinculadas a la alimentación: la hipertensión y la diábetes.

Ahora bien, ojalá traspasáramos el centímetro de la superficie y revisemos seriamente lo qué está pasando. Al Ministro Osorio lo invitaría a reenfocar su atención y a no quedarse en la cantidad de azúcar en los jugos pasteurizados, que no es más que una pequeña parte del problema. Para comezar, los venezolanos tenemos muy malos hábitos como exceso de frituras y salsas de factura insdustrial, bajo consumo de vegetales y frutas, alto uso de harinas  y escasa actividad física.

Por otra parte, nuestra sazón es dulzona. Le añadimos azúcar hasta a la caraotas negras y nuestro ají no pica sino que es dulce.  Es decir, que si el jugo viene «desabrido» nada le impedirá al comensal añadirle la cantidad de dulce deseada, que puede venir también de otras fuentes disponibles como miel y papelón.

Además, el consumo de bebidas no está liderado por los jugos, sino por los refrescos y bebidas que reconstituyen con agua o leche como Clight, Nestea, Coolaid, Toddy, Taco entre otras, además de las innumerables tazas de café, que por lo general viene bien dulcito.  Ojalá que se incluyeran más jugos de fruta natural en la dieta diaria, pero no es el caso.

Lo más triste de esta situación es el mensaje entre líneas: «la comida sana es desabrida». Sí, un concepto que no ayuda para combatir la obesidad, porque a quien le gusta comer hay que ofrecerle alternativas atractivas para que cambie los hábitos.

Lo ideal en este caso sería un programa elaborado por nutricionistas, cocineros, comunicadores, educadores, entrenadores, trabajadores sociales, que permita incorporar el tema de la alimentación a los programas de estudios y enseñarle a la población a asumirlo como un estilo de vida, que lleva a la incorporación de vegetales y frutas en la dieta, más proteínas, menos harinas, actividad física, aprender a hacer la compra, instrucción de cocina, planificación del menú, entre otros aspectos.

Claro, aquí tenemos un problema. El alto costo de los alimentos, en especial las proteínas (lácteos y derivados, huevos, carnes rojas y blancas), que obliga a mitigar el hambre a punta de mucha pasta, arroz, pan, plátano y arepa. A lo que se suma la escasez y la calidad e lo que se consigue en los anaqueles.

Al Ministro Osorio lo invitaría a que se informe mejor. Lo que pasa por revisar seriamente las cifras oficiales y de organimos privados, que llevan tiempo trabajando sobre el tema pero con escaso presupuesto, porque no se trata de un asunto atractivo como bandera política. Aplaudo el primer paso al reconocer el problema de la obesidad, pero no es suficiente. Y lamento informarle que bajarle el azúcar a los jugos pasteurizados, no bajará las cifras del problema en cuestión.

Vanessa Rolfini Arteaga
Vanessa Rolfini Arteaga
Comunicadora social y cocinera venezolana dedicada al periodismo gastronómico. Egresada de la UCAB con estudios de especialización en la Universidad Complutense, de crítica gastronómica en The Foodie Studies y entrenamiento sensorial en la Escuela de Catadores de Madrid. Actualmente, redactora en Sommelier y columnista del diario Correo de Perú. Conductora de rutas gastronómicas y editora de guías. Experta catadora de chocolates.
  1. Buen día! Estoy de acuerdo con el análisis sobre las razones de la obesidad en los venezolanos. Con respecto a su afirmación sobre el alto consumo de frituras y salsas industriales y baja ingesta de vegetales, verduras entre otras, tambien estoy totalmente de acuerdo. Sin embargo hay un punto altamente debatible en su escrito y es el sig:
    » El alto costo de los alimentos, en especial las proteínas (lácteos y derivados, huevos, carnes rojas y blancas), que obliga a mitigar el hambre a punta de mucha pasta, arroz, pan, plátano y arepa»
    La proteina animal no es la unica fuente de proteinas de la cual dispone el ser humano. Tambien estan las de origen vegetal, cuyas propiedades para nuestro organismo estan ampliamente comprobadas. Por el contrario, es el consumo de proteina animal lo que ha desequilabrado el metabolismo del ser humano. La caseina presente en los lacteos es altamente cancerigena y tambien sabemos que el consumo de carnes rojas, magras o no, esta altamente relacionado con los tipos de cancer mas letales (mama, colon, recto). Es importante que una persona dedicada al «comer bien» como es su caso trate de investigar un poco antes de publicar semejantes afirmaciones. Los grandes padecimientos como hipertension, diabetes, cancer entre otras enfermedades estan altamente relacionadas con el consumo de proteina animal. Los programas de alimentacion del Estado deben revisarse para evitar la promocion del consumo de proteina animal lo cual no solo perjudica al organismo sino que tambien lo hace con el ambiente, pues producir un kilo de carne de res o pollo contamina y consume mas agua que producir una hectarea de vegetales o frutas. Yo creo que lo que pasa con la mayoria de los venezolanos es que somos un poquito flojos para pensar y ver mas alla del trozo de cadaver de vaca, pollo o pez que nos colocan en la mesa y aprender a ver en los vegetales, frutas, leguminosas, tuberculos y otros cereales opciones realmente sanas y en armonia con el ambiente. Otra punto que quiero destacar es el analisis parcial del asunto alimenticio, no solo el Estado tiene parte responsable en la obesidad tambien los comunicadores y quienes se dedican a divulgar habitos alimenticios. Tambien debemos mirar el seudosistema consumista que nos ha impuesto cereales procesados, muchas veces de origen transgenico, y ha creado una dependencia del trigo y del maiz que nos hace creer que si no tenemos arepa o pan entonces no hay comida. Le invito a reflexionar sobre la cuestion del consumo de proteina animal y como esta afecta el organismo. El ser humano no necesita leche de ningun animal, ni productos lacteos. Solo es necesario un consumo de 13% de proteina vegetal por dia.

    • Sr. Ferrer, gracias por su comentario. No le quito razón en el hecho que hay otras fuentes de proteínas, pero hay un tema cultural de por medio. El venezolano ha sido consumidor de carne y làcteos, Si se revisan textos como los del profesor Lovera, con asombro se descubre que incluso el consumo per càpita ha bajado incluso desde hace 100 años para acà.
      Sobre si los medios de comunicaciòn, los transgènicos, las transnacionales …. es como querer abarcar mucho.
      No le voy a negar, pocas cosas son tan sabrosas como un buen trozo de queso, especialmente fresco.
      Si coincido con ud en que somos flojos, y no estamos dispuestos a explorar otras opciones. Quien sabe, de repente la necesidad nos conducirà a eso.
      Por lo pronto, la alimentaciòn es un tema de formaciòn de familia y de Estado. Ojalà tomemos este tema con seriedad.

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