Los alimentos crecen en recipientes sobre el aire, donde la tierra está contenida en grandes «barbacoas», macetas conectadas por tuberías o guindadas sobre hilos. De este modo, el ingeniero agrónomo Sergio Somov ha encontrado la mejor manera de dar vida a rúgulas, berros, albahacas, espinacas y hierbas. Cuidadosamente cosecha, selecciona y empaca bajo la etiqueta Pura Vida, que por los momento solo está disponible en la isla de Margarita.
Escuchar a Somov sobre cómo utiliza ciertos métodos de cultivos, es entender que la palabra ingeniero viene de «ingenio». Sus jardines recuerdan a los colgantes de Babilonia, un milagro de vida y genenialidad en medio del desierto, tal como narra una de las versiones de la historia, que lo atribuyen al rey Nabucodonosor II (aproximadamente 600 a.c.)
Ecologista confeso, Sergio Somov recicla materiales dándoles un nuevo destino como recipientes para la siembra. Por ejemplo, utiliza la base de los botellones plásticos de agua como base para plantas de ají dulce margariteño, albahaca y otras hierbas, mientras que las tapas son parte de un intrincado sistema, que da vida a deliciosas y delicadas hojas de berro acorazonado.
Sergio Somov se inspiró en nuestros pobladores originarios
Por su parte, las barbacoas con grandes cajones que pueden ser tan profundas como lo desee y necesite el agricultor -según lo que va a sembrar-, que se elevan a un poco más de un metro del suelo. Somov asegura que se inspiró en los métodos de cultivo de pobladores originarios de Venezuela, quienes lo hacían sobre el agua en el Lago de Maracaibo.
Entre sus ventajas enumera: «mantiene alejado el cultivo de plagas rastreras como ratas, reptiles y cucarachas. Además de otros animales como gallinas y perros. Se ahorra agua y el manejo es mucho más amable para la mano de obra que no tiene que doblarse para la cosecha. Aquí cultivo todo tipo de hojas, además de rábanos».
En este caso, el ingeniero asegura que lo más fuerte ha sido la inversión inicial, pero que los resultados valen la pena, porque se tiene un mejor control del cultivo, productos de mayor calidad y posteriormente, exigen menor cantidad de recursos. Hidróponicos Pura Vida provee a supermercados y restaurantes de Margarita de ajíes dulces, rúgula, berro acorazonado, espinacas margariteñas, hierba buena y albahaca.
Hasta hace meses, Somov cultivaba tomate margariteño, pepinos y años atrás (en 2010 cuando lo entrevisté por primera vez) berenjenas gigantes. Pero cuenta que la situación del campo es muy dura al hacerse casi imposible encontrar fertilizantes adecuados, insecticidas, insumos para mantener la infraestructura y lo más dificil de todo, la mano de obra calificada porque «nadie quiere trabajar en el campo. La faena es dura, se requiere un personal con formación especial, que lleva mucho tiempo entrenar», alega.
Para los interesados en contactar a Pura Vida: hidroponicospuravida@gmail.com / 0426 5962129