Hoy comienza el IX Salón Internacional de Gastronomía 2010 o «el SIG» como bien lo mencionamos a diario en las conversaciones. Esta edición viene rebosante de cambios: la nueva sede que ahora será en el C.C. Líder, el recorte a tres días en vez de cuatro, el hecho que no escapa de la difícil situación económica que atraviesa Venezuela, reflejado en la escasa participación de importadoras de licores, hasta el recorte en número de invitados internacionales. Sí, muchos cambios, lo digo con propiedad porque este sería la séptima edición en la que participo y a la quinta que cubro como periodista, así que algo he visto y vivido.
Siempre he sido partidaria de los cambios, creo que por muy duros que sean siempre traen cosas buenas, así que la nueva sede no me disgusta porque nunca me agradó el CIEC, que me parecía incómodo, aislado, con una acústica terrible, así que tengo muchas expectativas al respecto.
Por otra parte, me encanta el hecho que este año la actividad inaugural esté bajo la responsabilidad de Venezuela Gastronómica, que cuenta con un trabajo y organización incuestionable, lo cual interpreto – más allá de toda suspicacia – como un tributo a lo que estamos haciendo en casa y al respecto hay mucho que decir. Allí estaré apoyándolos, porque he entrevistado a muchos de sus miembros y conozco el trabajo.
Por otra parte, el cartel internacional es corto pero interesante, tal vez no deslumbra como en otros años, pero vale la pena disfrutar y escuchar con atención. Los cocineros Pepe Solla, Mauro Colagreco, Cristian Bravo y la enóloga Marisabel Mijares (a quien siempre es un placer escuchar), dictarán ponencias imperdibles.
Por su parte, el line up criollo no se queda atrás con Ivette Franchi, los exitosos solteros Juan Carlos Bruzual y Pocho Garcés, Helena Ibarra, Edgar Leal, Nelson Méndez, por solo mencionar algunos, así que será una oportunidad para apreciar en perspectiva el país que se cuece al calor de los fogones.
En el caso de los licores, la oferta luce limitada, pero estoy segura que se harán los mejores esfuerzos.
Ahora bien, y lo digo sin ánimo de causar polémica… tengo mis reservas. Definitivamente, hay que asistir eliminando del vocabulario la palabra «comparación». Este es otro SIG. Distinto a otras ediciones. No se si mejor o peor, pero diferente. He decidido no engancharme en comentarios y quejas …. creo que en un país tan pequeño y revuelto como este, hay que apostar al éxito de quién tenga el guáramo de emprender una empresa como esta. Cruzo los dedos para no estar equivocada.
Mientras tanto allí estaré como siempre, apuntando, observando, aprendiendo y por supuesto, reseñando a diario cada jornada, más allá del trato a los medios de comunicación, que tengo toda la fe mejore en estos días. Prometo a mis lectores contarlo todo … no ocultaré nada.
Nota: para información sobre programación, entradas, horarios visiten la página http://saloninternacionaldegastronomia.com/