«Anoche me comí el mejor shawarma que me he comido en mi vida. ¿Se acuerdan del restaurante turco, con cocineros de ese país recién llegados, que había abierto y que luego cerraron porque los socios se pelearon? Bueno, volvió a abrir hace pocos días para ofrecer shawarmas, de pollo, carne o mixtos. También hacen sanduches de falafel y los jueves viene una cocinera de Damasco, recién bajada del avión, a cocinar exquisiteces. El localcito, dice Rolfi, está siempre full desde que abrió. Anoche no era la excepción. El dueño nos comentó que pronto ofrecerán shawarmas de cordero y que se trajo de Turquía los propios implementos de cocina para cocer las carnes, solo espera que le hagan unos ajustes con el tema de la electricidad para colocar los hornos (no sé si sea el término correcto) en el restaurante y que los dos chicos que cocinan se den ese gusto. Según el dueño, estos muchachos son artistas, y estoy de acuerdo.
El dueño dice que antes en Venezuela el mejor shawarma se comía en Barquisimeto, luego fue Puerto La Cruz la ciudad que presumía de la calidad de este plato, pero ahora, dice, «el mejor shawarma de Venezuela se come en la Av. Victoria».
La propuesta es esta, ideada anoche por Vanessa: desayuno empanadas chilenas, merienda en la panadería Roma, almuerzo de costillas en los chinos, merienda en la panadería Roma, cena en los turcos. El tiempo entre comidas se puede dedicar a beber alcohol y ver películas. Y si alguien quiere vomitar para seguir comiendo, también lo puede hacer en esas horas «muertas».
Texto escrito por mi amigota y periodista Elsa Pilato. En verdad, su destino no era el blog sino un correo privado para mi grupo de amigas, que nos mantenemos unidas desde nuestros años universitarios, pero le quedó tan bueno que no resistí la tentación de publicarlo.
Suena tan rico que ya está en mi "to do list" del próximo viaje, si Dios quiere. Besos.