La Toscana es mas hermosa de lo que habia imaginado, salvo que hoy nos pasaron algunas malas jugadas de Mercurio cuando retrograda, pero creo que el secreto esta en no darse mala vida.
El dia comenzo levantandonos dos horas mas tarde de lo previsto, en el hotel no activaron el despertador y salimos corriendo a la estacion de Termini. Por supuesto que perdimos el tren de las 8 y 40. Mi mama fue a averiguar como resolver la situacion y en informacion le dijeron que tomaramos el tren via Venezia que se detenia en Florencia que salia a las 11 y 50. Apesar que nuestros boletos senalaban Chiusi – Siena. Dicho de este modo no parece grave, pero si se ve un mapa de Italia – cosa que hicimos muy tarde – es otra cosa. Me sorprende que un pais que viva del turismo tenga sistemas de informacion tan deficientes, nadie sabe nada, todo es confuso, supongo que los italianos asumen que uno entiende en primer lugar italiano … no se.
Lo cierto es ya llegando a Florencia, cuando vinieron a perforar el ticket el funcionario nos dijo que era errado y que teniamos que cancelar 64 euros de multa dado el error. Por supuesto que entramos en crisis, con la buena suerte que llego un supervisor, que despues de entendernos en ingles y lanzarle su respectivo piropo al mejor estilo picaro criollo, el hombre nos condono la deuda y nos dio una explicacion detallada de lo que teniamos que hacer.
Pero resulta que no tenia sentido llegar a Chiusi, cuando desde Florencia cualquier tren nos hubiese puesto en Siena en al rededor de una hora y tanto. Tomamos un tren regional que es lo mas cercano a un lechero, pero en la Toscana, se paro por lo menos doce veces aunque el paisaje es espectacular con colinas verdes, vinedos, olivos, flores de rojas y amarillas, ademas de un sol radiante. Como dicen … jodida pero en la Toscana.
Luego que llegamos a Chiusi tomamos un tren a Siena, es decir que nos tomo seis horas llegar desde Roma, cuando lo hubiesemos hecho en un tiempo muchisimo mas corto.
Pero en Siena toda incomodidad se olvida, una es ciudad preciosa, con una arquitectura renacentista, la plaza central es cautivante con su forma de concha. Las callejuelas, las tiendas, los cafes, el color de la ciudad y un turron a base de frutas que venden aqui que es una delicia.
Luego cenamos, por recomendacion de una amiga, en un lugar llamado La Taverina di Cecco, entre mi mama y yo nos tomamos una botella de vino rosado Cipresseto 2006- creo quemi mama se rasco un poquito porque despues le estaba sacando conversacion y fotos a unos albaneses de la mesa de al lado -. Ella ceno un risotto de vegetales que estaba muy bueno y yo una polenta con salsa de tomate y hongos, que armonizaba perfectamente con el vino.
Lo cierto, es que estoy escribiendo por puro honor. Estoy cansada, ligeramente ebria porque me bebi casi todo el vino, pero con muchas ganas de escribir. Estoy en un cuchitril – literalmente -, que ellos aseguran que es un cibercafe, pero no queria perder el impulso.
Manana iremos a Poggibosi a las bodegas Cecchi donde hacen Chianti, ya les contare.
Ay mamá, los trenes italianos, jejeje, uy, muchos cuentos y anécdotas. Pero como bien dices, jodía pero en la Toscana. Sigue disfrutando