«Cuando uno está lejos de su casa, comer es acercase al otro, comprender su intimidad, descubrir lo que es y de dónde viene; es, en definitiva, realacionarse con las aptitudes de los demás, encontrarse a sí mismo pensando en un nuevo hallazgo del que se podrá hablar, porque comer es también decir, enunciar, practicar otra gramática culinaria»(*), así describe el chef galo Paul Bocuse los vínculos entre los placeres de viajar y comer.
Increíblemente, estas líneas venidas de un cocinero reflejan en gran medida cómo siento y vivo el periodismo enfocado a la gastronomía. A través de la comida me relaciono con el otro, lo entiendo, lo interpreto y lo comparto. Es como sentarse a la mesa y comer en compañía. En cada historia practico «la otra gramática culinaria».
A mis colegas – en el amplio sentido de la palabra y de las fuentes -, me siento muy orgullosa de ejercer esta profesión, que todo el tiempo tiene el compromiso y la necesidad de reinventarse, de adaptarse a la velocidad frenética que lleva nuestra sociedad, de no perder el foco y tener presente que las preguntas son las de siempre, lo que ha cambiado son las maneras de hacer llegar las respuestas.
(*) Paul Bocuse. La Dieta de la buena mesa. Editorial Martínez Roca.1996.