Mesa de ensaladas
Ensalada de pollo, manzanas y nueces. A la der. torta de jojoto
De izq. a der.: lomo de cerdo acaramelado, arroz con dátiles y pollo con salsa cremosa de morrones
Ensalada de mango verde, rúgula, naranjas, morrones y aguacate
Les presento a Vallita, con quien llevo años haciendo eventos. Trabajamos en llave pero a mi parecer tiene una de las mejores agencias de festejos en Caracas, porque además ofrece trato peronalizado y sus utensilios son finos de buen gusto. Su teléfono: 0414 2458575
El servicio de catering suele tener grandes complicaciones, aunque se tomen todas las previsiones del caso, siempre se está sujeto a todo tipo de imprevistos. En nueve años en este negocio, puedo decir que he visto casi de todo y eso va desde salones, agencias de festejos, mesoneros, personal de servicio, clientes, condiciones atmosféricas, cocinas, casas hasta el tema de los ingredientes que los últimos cinco años es una verdadera calamidad.
Me gusta trabajar en catering porque me permite tener tiempo libre para hacer otras cosas que me gustan como escribir, viajar, explorar, pintar, estudiar astrología, maquillar alimentos, cubrir eventos, hacer recetarios, cuidar y compartir con mi esposo y con mi Azúcar. Si tuviera un restaurante no podría hacer otras cosas que me encantan y que son parte del motor de mi vida.
Ayer serví la comida en la Primera Comunión de una familia amiga. Al saber que tengo que trabajar en un salón de fiestas de un edificio, elaboro una propuesta que supere los embates del poco espacio, el transporte, los chefindish y las grandes limitaciones de estos salones.
El catering exige planificación extrema, el simple hecho que se acabe la sal puede resultar en una tragedia. Pero es un reto a la inventiva del cocinero quien va guiando a su cliente a una propuesta que no pierda calidad pero que lo haga feliz.
Gracias a Dios todo salió maravillosamente, pero yo reflexionaba sobre qué piensan los diseñadores de edificios cuando hacen las salas de fiestas. A algunas personas no les gustan estos espacios, pero creo que son una gran alternativa por lo congestionado de las salas de festejos en Caracas, además que permiten ahorrar costos.
Lamentablente, hasta el sol de hoy no me he encontrado ninguna sala que yo diga «que bien hecha está», por lo general todos los lavaplatos están tapados, no cuentan con tomas de electricidad y cuando las tienen no funcionan bien, están mal iluminadas, la barra está mal ubicada y el piso al caer tres gotas de agua se vuelve en una pista de patinaje. Suelen ser calurosas, poco ventiladas y en muchos casos el área de servicio están en el paso hacia los baños.
Solo menciono las condiciones para el servicio, porque también suelen ser «huecos» sin ventilación, por eso todas las fiestas se terminan haciendo en los jardines y se pierden metros cuadrados preciados y necesarios. Es decir, que todo está hecho de tal forma que apunte al fracaso del evento.
Sin embargo, el buffet ayer quedó de maravilla. Nunca ofrezco plato servido en estos lugares, creo que la fórmula es algunos pasapalos para hacer estómago y luego un buffet abundante, rico en ensaladas y por último los postres, que pueden tener como eje la torta, que más que ser decorativa debe ser sabrosa y junto al café hacer de broche final.
El menú era muy sencillo:
- Ensalada silvestre con almendras fileteadas tostadas acompañada de vinagretas de parchita y de fresa.
- Ensalada de mango verde, rúgula, morrones, naranjas y aguacate.
- Ensalada de pollo cocido en jugo de naranjas, manzanas y nueces con aderezo de yogur.
- Lomo de cerdo acaramelado.
- Pollo en salsa cremosa de morrones.
- Arroz con dátiles.
- Torta de jojoto.