Cualquier persona que haya viajado por la autopista regional del centro, seguramente ha sentido curiosidad cuando ve aquellas líneas de Chaguaramos en medio de un cañaveral, señalando el punto exacto donde se encuentra la hacienda Santa Teresa, cuna de uno de los rones más conocidos del mundo.
Cuando recibí la invitación para celebrar el día del periodista, salté de entusiasmo porque siempre la había querido visitar. Partimos hacia el Consejo en el estado Aragua, alrededor de 30 periodistas respondiendo a la invitación.
Nos recibieron con ron Gran Reserva, que mezclado con Coca-Cola y hielo, era perfecto para mitigar el calor. Conocimos la casa Tovar donde está la primera destilería y hacen una representación muy simpática como si los visitantes fuéramos esclavos y nos recibieran los señores de la hacienda, evocando una de las maneras como se hacían las transacciones comerciales doscientos años atrás. En este punto quiero aclarar, para no generar malos entendidos, que no me parece simpática «la esclavitud», pero comprendo la intención de reproducir un hecho absolutamente histórico.
Acompañados del maestro ronero Néstor Ortega, recorrimos el lugar donde guardan las barricas del famoso ron 1796 y la bodega que guarda las barricas especiales. Me sorprendió ver sobre ellas placas de metal con nombres de personalidades nacionales e internacionales al igual que instituciones que tiene una barrica allí, que según Ortega cada una tiene capacidad para 300 botellas, que sus dueños mandan a pedir según su criterio.
Luego dimos una vuelta por la destilería actual y atravesamos los campos de caña de azúcar por el camino de Chaguramos en una especie de trencito. Ya acalorados llegamos al Salón Los Trapiches, donde el maestro ronero dirigió una excelente degustación de rones, dividida en dos partes: los primeros tres eran bases que mezcladas dan paso a los tres rones comerciales que probamos en la segunda parte: Gran Reserva, Selecto y 1796. Interesante probar las bases de los rones por separado y escuchar la explicación de cuanto de cada uno tienen los rones que usualmente nos topamos en los anaqueles.
Néstor Ortega afirmaba que producen ciento ochenta mil cajas anuales de las cuales el 30% se destina a la exportación, donde uno de los principales destinos es España. De ese 30% el 90% lo conforma Gran Reserva. Lamentablemente, el ron no es profeta en su tierra, es el quinto licor más bebido en el país, según Ortega «tres botellas se descorchan en el exterior, por cada una que se descorcha en el país».
Luego escuchamos el ensamble de metales José Félix Rivas patrocinado por la Fundación Santa Teresa, perteneciente al sistema nacional de orquestas juveniles. Los muchachos interpretaron varias piezas mientras degustábamos cócteles muy refrescantes a base de ron. Luego llegó la hora de almorzar, lo hicimos en el Restaurant Zafra en los linderos del campo de golf, que es parte del sistema recreacional que tiene la hacienda para el público en general. Un paseo que recomiendo, porque es muy interesante y divertido.
La jornada resultó estupenda, un día muy especial y una manera deliciosa de celebrar el día del periodista. A la gente de Ron Santa Teresa muchas gracias por la invitación.
Entonces sí podemos ir con la cofra!!!!!!!!!Yupiiiiiiiiiiexcelente relato
Como siempre buenísimo….