Gustavo García es el representante de Venezuela en el Concurso Mejor Sommelier del Mundo, que se celebra en la región argentina de Mendoza del 16 al 19 de abril, donde participarán 56 candidatos de 53 países (Argentina, Japón y Suecia llevan 2 representantes porque tienen un campeón continental).
Cuando García narra lo que ha sido su proceso de entrenamiento, da la impresión que se habla con un atleta de alto rendimiento que va próximamente a las Olimpíadas. Se hace muy fácil sacar una primera conclusión: Venezuela va bien representada.
Desde que ganó la competencia nacional en marzo de 2015, comenzó un camino que encontró su climax en su reciente paso por Francia. Al punto, que llegó a Venezuela hace dos días, cambió de maletas y hoy miércoles parte vía Argentina.
En París realizó por segunda vez pasantías en el Restaurant Le Cinq, en el hotel Four Seasons Georges V., el cuál tiene tres estrellas Michelín y luego se fue al sur donde se puso en manos de Franck Thomas (mejor sommelier de Francia y Europa en 2000 y tercero del mundo en 2004), quien es famoso porque cada año entrena a un solo aspirante para la competencia mundial.
García narra que el entrenamiento ha sido integral, ha incluido desde identificación de cepas, métodos de elaboración, teoría, oratoria, expresión corporal, teatro, hasta el estudio de las pequeñas y abundantes «conchas de mango» que hay en el torneo, porque como bien expresa «una cosa es un sommelier de sala y otra el de competencia».
García expresa que entre sus fortalezas se encuentra el servicio enfocado a las competencias, estudio de la teoría, identificación de destilados, su memoria gustativa que le permite identificar con facilidad tipos de uva, edad, evolución, el paso por madera, además de su gran conocimiento de vinos franceses. Personalmente, conozco a Gustavo desde hace años, cuando trabajaba en el restaurant Le Gourmet y siempre admiré su sensibilidad, su naríz afinada, identificación rápida de descriptores y buena memoria en todos los sentidos.
Entre sus debilidades, afirma que le cuesta la descripción técnica de los vinos, pero que ha trabajado mucho en eso, al punto que sigue entrenando con Thomas vía Skype, con quien ya hizo el compromiso de seguir la formación con miras a otras copas internacionales.
Como dato curioso, hará la competencia en francés porque las reglas establecen que ningún sommelier la puede hacer en su idioma materno, y tienen que escoger entre las lenguas oficiales: español, inglés y francés. García afirma que su inglés es mejor, pero que «el francés es más elegante, seductor, es el idioma para hablar de vinos».
Cuándo le pregunté sobre el atuendo que usará, confesó que se había comprado un bello «flux» en Francia, pero que ha ganado unos kilos y era muy entrallado. Sin embargo, vestirá un elegante traje azul marino muy oscuro – casi negro -, camisa blanca y corbata «borgoña joven». Afirma que no le gusta el típico atunendo de sommelier, en especial el delantal. Además lleva un descorchardor con mango de jabalí, una pieza de colección que adquirió en su reciente viaje a Francia. Tengo la sensación que es casi un amuleto de buena suerte, además de darse un gustazo.
Gustavo Garcia es caraqueño, sommelier desde 2007 y pertenece a la segunda promoción de la Academia Venezolana de Sommeliers. Su buen carácter y preparación siempre lo han colocado en trabajos donde ha tenido contacto con bebidas de la mejor calidad. Aunque sus aspiraciones son dejar el nombre de Venezuela en alto, con humildad dice que irán los mejores sommeliers del mundo, que no cree que gane o quede entre los finalistas. Pero personalmente, creo que su tenacidad, disciplina y talento serán la materia prima para una buena noticia.
Estaremos pendientes de la competencia y de su desempeño durante la misma.
Será muy emocionando ver o escuchar el nombre de Venezuela y si destaca en los finalistas mucho mejor.