
El pan de jamón al hojaldre nació en el año 1987 en la pastelería y panadería Guayana, ubicada en la calle del mismo nombre, en la urbanización las Acacias de Caracas. Los hermanos Eugenio y Enrique (Cucho) Ciampi trabajaban en el negocio familiar, el primero de ellos más dedicado a la panadería, y un día ante el aumento de demanda y competencia del pan de jamón, propuso hacer algunos cambios para diferenciarse.
Después de muchas pruebas, nació el «pan de jamón al hojaldre». Cucho asegura que son los pioneros. Llevaban años haciendo la receta tradicional en el negocio familiar, fundado a principio de los sesenta por su padre, Giovanni Ciampi. Un italiano «ingenieri-constructore» que llegó a Venezuela en 1953 procedente de Avellino, Campania, y que por esos giros de la vida terminó estableciendo el abasto-panadería Avelinese, en El Cementerio y años después abrió en la calle Guayana.
«Al principio de los setenta no se vendia tanto pan de jamón. Los panes eran diferentes, los hacíamos con el jamón troceado, luego a mediados de los setenta empezamos a ponerlo en lonjas. Mi hermano Eugenio (fallecido en 2001) siempre estaba inventado y un día me propuso que hicieramos algo distinto. Hasta que llegamos a la fórmula que nos gustó a todos, que consiste en la mezcla de dos tipos de masas, por eso no decimos que es «de hojaldre», sino «al hojaldre»», afirma Cucho, quien sin muchos detalles asoma que se prepara con huevos, leche y mantequilla.
«Desde un primer momento fue un éxito, la gente hacía colas para compralo. Además, en ese entonces el escritor José Ignacio Cabrujas vivía a una cuadra de la panadería, le encantaba lo que hacíamos y llevó pan a todos los lugares donde trabajó, por eso venían muchos artistas. El pan se hizo famoso«, apunta Cucho Ciampi.
Por otra parte, asegura que fueron de los primeros lugares que usaron cajas para empaquetar los panes de jamón, lo cual obedecía más a un razón práctica, que les permitía almacenarlos en los estantes sin que se aplastasen. «Eran una cajas blancas, algo feas, solo llevaban una calcomanía con el sello de la pastelería. Pero eso le encantó a los clientes», afirma.
En esa misma época, también surgieron otras variantes como el pan de vegetales cuyo relleno consistía en una mezcla de zanahoria, espinacas, acelgas y berenjenas salteados en aceite de oliva. También tuvo mucho éxito el pan de pavo, que aún preparan con variantes causadas por la crisis. En este caso se trataba de un relleno de jamón de pavo, con manzanas confitadas, pasitas y almendras o nueces. Actualmente, conserva el mismo tipo de embutido, pero con una confitura de ciruelas pasas, miel y aceitunas.
Aunque la Pastelería y Panadería Guayana está prácticamente cerrada en la actualidad, Cucho abrió otro negocio en el cafetín del Centro Médico Las Acacias – justo al cruzar la calle –. Allí hace las delicias que hicieron famoso el negocio familiar.
Para encargos, el contacto con Cucho Ciampi es 0424 4128355.