Obesos voladores o asientos más pequeños


Dibujo: Quino.

Está fuera de discusión el hecho que la obesidad es una enfermedad, un problema de salud pública que afecta a casi un cuarto de la población mundial y que en algunos países como Estados Unidos, estos índices son mucho mayores. Una persona obesa es una persona que físicamente tiene un problema, con secuelas psicológicas graves, causadas por factores que van desde su calidad de vida, inserción social, hasta el simple hecho que le es difícil encontrar ropa «a la moda» que se adapte a sus dimensiones, por solo mencionar algunos casos.

Pero de allí a advertirle a una persona obesa que si el vuelo está lleno tiene que comprar dos boletos, incluso perder el vuelo es el colmo. Leyendo la noticia me quedan muchas interrogantes, quién determina cúan obesa es una persona, y si la persona puede cancelar el boleto pero el vuelo está lleno no pierde de igual manera el viaje, por qué no buscar otra solución menos humillante en estos casos.

United Airlines comienza la nota resaltando dos hechos: en primer lugar que el año pasado recibieron más de 700 reclamos al respecto y en segundo lugar, que no es la primera aerolínea que toma esta medida. Entonces, me pregunto ¿realmente esto ayuda al solventar la situación? ¿acaso esto no es un tipo de discriminación? ¿este no es un síntoma más de lo desconsiderados y poco solidarios que podemos llegar a ser los seres humanos? ¿no se tratará en realidad que las aerolíneas – muchas con serios problemas financieros – necesitan incrementar sus ganancias y disponen asientos más pequeños para que viaje más gente por vuelo? ¿alguien pensó en algún momento las secuelas que esto puede traer sobre una persona con problemas de obesidad? ¿qué le estamos enseñando a nuestros hijos: ser gordo es malo o rechaza a una persona porque es gorda?

Entonces, si por la veta de los reclamos me voy, creo que también las aerolíneas deberían tomar medidas similiares contra las personas que llevan niños y estos lloran durante todo el vuelo, los que roncan al dormir, los que hacen ruido cuando mastican la comida y comen con la boca abierta, contra los muy altos cuyas rodillas se encajan en la espalda de la persona que va adelante, contra las personas que usan mucho perfume, contra los fumadores, o quienes tienen mal olor entre los casos más destacados, y sin incluir aquí temas de raza, religión o procedencia social. Lo que me queda de todo esto es que cada vez somos menos tolerantes, y todos, absolutamente todos bajo determinadas circunstancias podemos ser objeto de discriminación. Ojalá esto jamás lo perdamos de vista.

Creo que las aerolíneas se han ido por el camino fácil, estoy segura que pensando un poco y con tres dedos de buena intensión llegarían a una solución donde ganen todos.

Sí, yo he sido gorda toda mi vida. A veces menos, a veces más, pero jamás he estado en mi peso ideal. No es un asunto que me acompleje, ni he dejado de hacer mi vida por eso, muy por el contrario. Pero muchas veces he sentido la discriminación por tener kilos de más, como si eso fuera un pecado.

Entonces, como sociedad quitémonos la careta y dejemos de decir que lo importante es lo que va por dentro, o de llorar al ver el video de Susan Boyle. Lástima, porque muchísima gente extraordinaria en el mundo camina por ahí con kilos de más, y que por cosas de la «modernidad» o el simple hecho que ahora las dimensiones de los asientos son más reducidas para poder llevar más gente y ganar más, que es la otra cara de la moneda que las aerolíneas no confiesan, muchos de ellos no podrán llegar a su destino.

El mes que viene me voy de viaje, ojalá no tenga problemas para montarme en el avión.

Si desean ver la noticia:
http://www.eluniversal.com/2009/04/16/eco_ava_united-airlines-cobr_16A2293489.shtml

Vanessa Rolfini Arteaga
Vanessa Rolfini Arteaga
Comunicadora social y cocinera venezolana dedicada al periodismo gastronómico. Egresada de la UCAB con estudios de especialización en la Universidad Complutense, de crítica gastronómica en The Foodie Studies y entrenamiento sensorial en la Escuela de Catadores de Madrid. Actualmente, redactora en Sommelier y columnista del diario Correo de Perú. Conductora de rutas gastronómicas y editora de guías. Experta catadora de chocolates.
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2 COMENTARIOS

  1. Al final todo es negocio, pero estoy de acuerdo contigo, hay discriminación. El que tenga violín debería comprar una fila completa. Y no debería permitirse que niños llorones tomaran vuelos. Que mier…

  2. 1 oportunidad me tocó viajar con 1 obeso ocupaba su asiento + medio mio,como c sentó 1ro q yo,subió el apoyabrazos,si cupo,pero yo no en MI puesto,fue desagradable su gordura sobre mi el viaje,daba mucho calor,sudaba no podia moverme como llegó 1ro quien c quedaría sin viajar sería yo fueron 8 horas

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