Degustando a Murciano

Desde hace varios meses el chef Elías Murciano está instalado en el restaurant Le Gourmet. Su llegada a Venezuela generó mucha curiosidad, por su trayectoria en Europa, los grandes chefs para los que ha trabajado y por las reseñas hechas de su restaurant Citra ubicado en España. Como si lo mencionado fuera poca cosa, llega a Venezuela en un momento en que todo el que puede corre despavorido, como para llamar aún más la atención. Ya había coqueteado con estas tierras el año pasado, desde la cocina del restaurant Atlantic.

Además, llega a este emblemático restaurant después de la salida del chef Tomás Fernández quien es un excelente profesional, qué más allá de los rumores que no vienen al caso, hizo un muy buen trabajo allí. Digamos que esta historia de la llegada de Murciano tiene todos los ingredientes para no pasar desapercibida.

Finalmente, tuve la oportunidad de probar la propuesta de Elias Murciano, en un almuerzo organizado para la prensa. De la atención y el servicio solo tengo buenas palabras y expresiones. Que yo recuerde en Le Gourmet siempre me he sentido bien atendida.

Nos sirvieron un menú de desgustación compuesto por siete platos, estoy segura que como suele pasar en estos casos se procuró ofrecer una visión clara y completa de lo que este chef ofrece día a día. Así que me primer comentario es que me quedé con una buena impresión.

En líneas generales la comida de Elías es delicada, muy delicada. Sabores sutiles, frutas, vegetales, juegos de texturas, colores y sabores, toques sorpresivos a ratos, una propuesta coherente en sí misma, sin sobresaltos. En el restaurant han incluido la opción del menú de degustación, así que quienes quieran conocer la propuesta es una buena manera de comenzar.

Creo que Murciano ha sabido recibir el testigo y lo lleva con gracia, talento y profesionalismo.

Una entrada que no estaba en el menú, crema de caraotas blancas, chips de plátano, batata y yuca, y un cebiche de atún (no aparece en esta foto, pero está detrás de los chips)

Atún sobre espuma de queso torrefacto de café y nueces caramelizadas. Cosa rara, este plato me dejó sin una opinión clara, no se qué pensar.

Vieiras al capuccino. Uno de los platos emblemáticos de la propuesta de Murciano, lo preparaba en Citra. Para esta degustación tengo la impresión que no fue su mejor día, tal como se lo expresé al propio Elias, pienso darle una segunda oportunidad a este plato.

Raviolis de hongos frescos con trufa negra y su aceite. Otro de los platillos emblemáticos de la propuesta de este chef. Me gustó mucho este platillo, la masa de los raviolis esta muy bien, el relleno delicioso y el toque de la trufa lo redondea. En mi ranking personal, queda en tercer lugar.

Atún rojo con naranjas espuma de col morado y vinagreta de cebollín. El atún estaba cocido perfectamente, la mezcla con la espuma me encantó y el toque de las naranjas frescas le da una frescura justa y necesaria. Sin embargo no me terminó de convencer la cubierta del atún, pero me agradó mucho este platillo.

Cordero al horno con gnocchi de auyama teja de yuca. Este plato se ubica como el primero en mi ranking personal, el cordero estaba fabuloso, en su punto de cocción adecuado, me encantó que le dejaran la capa de grasa que le dio un sabor maravilloso que además logró una de las mejores armonías con el vino de la velada, un Fortin Plaissance Saint Emilion 2005. Por otra parte los ghocchi me encantaron y funcionaron muy bien como guarnición. Me quedé con ganas de comer más.

Cambur especiado con chocolate blanco y crema helada. El indiscutible segundo lugar de mi ranking. La crema helada podría comerla por toneladas, pero lo mejor de este plato era una lámina crujiente sobre la que descansaba una crema de limón que simplemente cautivó mi corazón. Con los cambures y la teja crujiente formaban una suerte de casita que le daba una linda presentación al plato. Felicidades Wilmer Mantilla el chef pastelero del restaurant.

Trio de Créme Brulée moka, vainilla y caramelo, bizcocho húmedo de chocolate Gran Samán, salsa de pistacho, teja de caramelo claro. Este postre me coloca en una posición complicada, por separado me encató el bizcocho y la crema, pero creo que era demasiado en un solo plato, en especial considerando que era el segundo plato de postre. Sí, demasiados postres con protagonistas en un mismo plato. Sobre la Créme Brulée no me gustó mucho, la moka arropaba los demás sabores. Claro visualmente era muy lindo.

Entre dos caballeros talentosos pedí un deseo. A mi derecha Jaime Bello director de la revista Claro y a mi siniestra el chef Elias Murciano.