¡Aló! ¿Comidista?

“El Comidista” es uno de los blog más leídos en España, más allá del tema gastronómico. Lo escribe Mikel López Iturriaga, un periodista y amante de la culinaria respetado dentro y fuera del medio web

El Comidista “comenta cualquier conexión de lo comestible con la actualidad o la cultura pop. Todo con humor y sin ínfulas de alta gastronomía”; de este modo se presenta el vasco Mikel López Iturriaga en el perfil de su blog.

Inicialmente, este periodista y cocinero tenía su blog llamado Ondakin, donde plasmaba sus grandes amores: la buena mesa y la música. Hasta que una proposición del diario El País, lo llevó a moverse en otras dimensiones del tráfico de internet bajo el amparo de un medio grande, poderoso y respetado. Desde entonces se le conoce como “El Comidista”.

Lo increíble es que se ha mantenido fiel a su estilo, desenfadado, divertido, acertado, juguetón, sarcástico, fundamentado y bien escrito. Basta leer pocas entradas o post (nombre que le dan los blogs a cada bloque de texto), para entender el conocimiento y gusto que tiene por la gastronomía.

Sus recetas no pasan desapercibidas, ni son meramente ilustrativas, sus lectores no se conforman con leerlas, hasta hacen comentarios de los resultados, al punto que recientemente publicó un libro llamado Las recetas de El Comidista, que ha sido un boom editorial en España y va por su segunda edición.

Mikel López Iturriaga tiene una legión de admiradores, que le hace la boca a cualquier persona o institución que se mueve en la web, y afirma que su mayor número de seguidores de Twitter fuera de España, están en Venezuela. Por cierto, un programa de televisión criollo le dio el nombre a uno de sus principales secciones: Aló, comidista.

—¿Crees que el lenguaje utilizado en los blogs (en este caso de gastronomía) ha generado un nuevo género periodístico o nos lleva a una revisión de los géneros y estilos periodísticos tradicionales?

MLI: En el caso de la gastronomía (y supongo que en otros ámbitos también), yo diría que sí ha generado un nuevo género, que es el del blog periodístico. Éste es tan opinativo, personal, cercano y narrativo de los intereses del autor como los blogs amateur, pero aplica principios propios de la profesión (rigor, información contrastada, estilo, etc.). De lo que ya no estoy seguro es que nos lleve a una revisión de los géneros periodísticos tradicionales, pero una noticia será siempre una noticia y no debería estar contaminada por la opinión.
VR: El caso de tu blog no es común, pasaste de trabajar por tu cuenta, a formar parte de un medio de comunicación más «tradicional». ¿Crees que ese caso es realmente excepcional o le abre la posibilidad a otros blogueros? ¿Qué características tiene tu blog que lo hizo dar el salto a lo que es ahora?

MLI: Es cierto que no es un salto común, pero sí se ha dado en otros medios. Y creo que se daría mucho más si los medios no estuvieran viviendo la megacrisis actual, que en su caso es la general más la de cambio de modelo por la irrupción de internet. Supongo que mi blog era atractivo para El País porque ellos sabían que era periodista, había trabajado ya para la casa y podían confiar en que no desvariara (demasiado) en lo que hiciera para ellos.
VR: ¿Por qué hay tanta resistencia de los medios de comunicación tradicionales hacia los bloggers?

MLI: Bueno, es normal. Les ven como unos intrusos que amenazan su hegemonía, como una especie de indocumentados que de repente son tan importantes como ellos para las marcas, las agencias de comunicación o la sociedad en general. Es cierto que a veces la desconfianza está justificada, porque ves cada cosa en algunos blogs. No sólo hablo de cuestiones de contenido, sino de ética. Pero vamos, me parece una desconfianza absurda: hay buenos y malos periodistas, buenos y malos medios de comunicación, y buenos y malos blogueros. No puedes condenar a un colectivo por los pecados de algunos.
VR: Cuáles son las ventajas y desventajas de los bloggers, en este caso de gastronomía.

MLI: Las ventajas principales son la libertad para tratar los temas que te dé la gana, y la intimidad a la que llegas con tus lectores, que casi te ven como un “amiguete” de tanto leer tus aventuras con la comida. Las desventajas: tu relativa posición de debilidad frente a las marcas y la dificultad de acceder a ciertas fuentes de información.

VR: ¿Cuáles son los errores más comunes que comenten los bloggers?

MLI: El “yoísmo”, creerse dioses en cuanto alcanzan audiencia y, el peor de todos, venderse por poco a las marcas y engañar a sus lectores colándoles como información lo que es pura publicidad.

VR: Bajo qué criterio seleccionas las preguntas que decides responder.

MLI: Intento mantener un equilibrio entre preguntas útiles de cocina y preguntas divertidas, personales o directamente ridículas. No quiero que el consultorio Aló Comidista, se convierta en un puro chiste, pero me gusta que haya un poco de surrealismo en él. Y creo que ése es el secreto de su éxito.
VR: ¿Es cierto que cocinas las recetas que publicas?

MLI: ¡Por supuesto! Me sorprende mucho que me hagan esta pregunta. ¿Cómo no voy a cocinarlas? No tendría ningún sentido no hacerlo, sería engañar a la gente. Algunas veces he publicado recetas de amigos que he probado, pero jamás se me ocurriría coger una receta de por ahí y darla en el blog sin hacerla yo. No te imaginas lo crítica que es la gente, y si la receta falla, ¡te la juegas! La gente dejará de seguirte y perderás tu mayor valor, que es la credibilidad.

 VR: Tu mayor número de seguidores en Twitter fuera de España está en Venezuela, ¿conoces la gastronomía venezolana?

MLI: Sí, conozco algo de la cocina venezolana, porque estuve allí trabajando un par de meses en Loquesea.com. Después he estado de vacaciones. Me encanta la cocina criolla, los jugos, las arepas de reina pepiada y desayunar cachapas.
VR: ¿Cuáles bloggers de gastronomía lee «El Comidista»?

 MLI: Demasiados. No, es broma. Menos de los que me gustaría por falta de tiempo. Pero trato de seguir a muchos: Cukmi, Recetas de Rechupete, Velocidad Cuchara, Pecados del Monaguillo, El Monstruo de las Galletas, Gastronomía&Cía, Pepacooks. Anglosajones: Gastronomista, Food is the New Rock, Squid Ink, Eater.

Sección «A fuego lento», Revista Sala de Espera. Agosto 2012.

Vanessa Rolfini Arteaga
Vanessa Rolfini Arteaga
Comunicadora social y cocinera venezolana dedicada al periodismo gastronómico. Egresada de la UCAB con estudios de especialización en la Universidad Complutense, de crítica gastronómica en The Foodie Studies y entrenamiento sensorial en la Escuela de Catadores de Madrid. Actualmente, redactora en Sommelier y columnista del diario Correo de Perú. Conductora de rutas gastronómicas y editora de guías. Experta catadora de chocolates.
spot_img

Recientes

Artículos relacionados