Visitó Caracas el embajador global de Smirnoff Black Kenji Jesse y cuya invitación expresaba textualmente «presentando las nuevas tendencias globales en el mundo de la coctelería».
La actividad se llevó a cabo en Licores Mundiales de las Mercedes. Al lado de la entrada y de la caja registradora, ubicaron un mostrador donde Kenji Jessy, con todos sus implementos y licores y con la ayuda de una intérprete, mostró cómo se destila la vodka y realizó algunos cócteles.
Hasta aquí todo muy interesante, pero el gancho de la invitación era mostrar las» nuevas tendencias», y a pesar del esfuerzo del embajador, quien además era encantador, no cumplió su cometido. Porque el ruido, la mala ubicación y la demostración en sí, no cubrió mis expectativas. En especial, porque en Venezuela el mundo de los bartenders está experimentando cambios muy interesantes, desde competencias, licoreras y empresas de eventos que entrenan a los interesados en este arte, hasta incentivos económicos para los bartenders, entonces no basta con hacer unos cócteles sabrosos, pero simplones y en las condiciones menos favorables.
En todo caso, mi sugerencia es no hacer invitaciones marcando expectativas tan altas, aterrizar la invitación a una degustación de cócteles con la Smirnoff Black, a conocer el producto y sus potencialidades.
Estoy segura que esta actividad desaprovechó el talento de Kenji Jessy, quien seguramente tiene mucho que aportar y qué decir, dada la naturaleza de su trabajo y de los viajes que hace por todo el mundo.