Paté de salmón sobre crostinis de hierbas
Uvas crujientes acompañaron el espumante por la felicidad de los novios
Estrellas crujientes con ensalada de cangrejo y manzana con aderezo de curry
A última hora este a plato lo bauticé «corazones apasionados», pero en realidad son huevos escoceses – huevos de codorniz envueltos en carne de cerdo – acompañados con una mostaza ligeramente picante
Mini reinas pepiadas con un mojito de cilantro
Cebiche de camarones pacífico servido en shots acompañado con trocitos de casabe. Servir los pasapalos en shots, cucharas o pequeños platos está de furor, por lo cual incluyo esta alternativa en el menú, pero personalmente me parece incomodísimo para el comensal, porque termina poniendo el trago en sobre una mesa para poder comer
El sábado pasado se celebró la boda de Ana y Fidel en el Club Izcaragua. Una pareja muy linda quienes me encargaron toda la comida para la ocasión.
Los novios escogieron únicamente pasapalos, que abarcaban todo tipo de ingredientes desde pescados, mariscos, vegetales, pasando por carnes y aves. Confieso que me esmeré mucho para la ocasión, porque esta pareja desde el principio me dio un feed back muy especial. Además el salón es un lugar muy bello de techo alto, piso de madera; un anexo de la hermosa casa colonial del club, que al fondo se aprecian ruinas del antiguo trapiche, bellamente iluminado.
Como suele pasar en estas ocasiones comencé con pasapalos fríos: uvas crujientes, crocantes de parmesano con tomates dulces y queso de cabra, estrellas crujientes con ensalada de cangrejo y manzana, brochetas de higos y jamón serrano, tomaticos cherry rellenos de crema de queso azul, cebiche de camarones pacífico, paté de salmón sobre crostinis de hierbas, además de otras delicias.
Luego, se sirvieron los pasapalos calientes, porque la experiencia me dice que cuando se comienzan a servir los calientes nadie vuelve a comer los fríos. Tartaletas rellenas de queso azul y pera, arepitas de merey rellenas de queso guayanés, tequeños con un queso criollo bastante salado acompañado con un melao de papelón con un marcado toque de pimienta, mini reinas pepiadas, patacones con mojito en coco, bocados de plátano verde con frutas y pollo, buñuelos de batata rosada. Bueno, un total de treinta pasapalos por persona.
Como siempre, me acompañó mi equipo de trabajo que ya me conoce el ritmo y sabe como me gustan las cosas, y no es por nada pero …. son maravillosos.
Gracias a Dios, los novios quedaron contentos y por lo que me contaron comieron de todo, lo cual no es muy usual porque entre una cosa y otra los novios nunca comen. Por cierto la decoración era muy sobria, iluminada con velas, frutas y algunas flores.
En este caso quedé muy contenta con el resultado del trabajo, luego se me ocurrieron otras cosas que pondré en práctica en algún momento. A Ana y Fidel desde este espacio los mejores deseos de felicidad y prosperidad, los visitaré cuando me de una vueltica por Europa.
Tronco de queso relleno con manzanas confitadas con miel cubierto de nueces. En las tostadistas en forma de estrella se me sale mi gusto por el cosmos
Con los nuevos esposos: Ana y Fidel, que bailaron, comieron, rieron y disfrutaron su bonche como debe ser
Meryolí preparando los platicos para servir los «corazones apasionados»
Meryolí y Sabrina en plena faena
Sabrina preparando las brochetas de higos y jamón serrano. Por cierto, los muchachos se dieron una sobredosis de malta
Junto a Alfredo Keller que además de mi profesor de comunicación y política en la UCAB, es tío de la novia. Me dio mucho gusto verlo, porque me encantaban sus clases, lástima que ya no tiene tiempo para la docencia porque lo hacía maravillosamente
El dream team: Sabrina, Eiban, Meryolí y Josefina (primera vez que logro que sonría para una foto)
Provoca comerse las fotos, no dudo que esos pasapalos estaban buenísimo, para chuparse los dedos.Quieeeeerooooo
ufffff esos corazones apasionados!! yo que adoro un huevito de codorniz sería feliz…