El té es la tercera bebida más consumida del mundo después del agua y el café. Un “especialista de té” se ocupa de buscarlo, seleccionarlo, combinarlo y estar atento a los procesos de calidad desde su siembra hasta convertirse en estimulante infusión.
Exige cualidades extraordinarias e innatas en la persona: olfato sensible capaz de identificar y clasificar fragancias, un gusto con iguales características pero llevadas al paladar, intuición, capacidad de observación, imaginación y astucia para relacionar aromas y sabores, unidas a la disciplina, excelente memoria mental y sensorial, y buen gusto. Perfil que también se ajusta a hacedores de perfume, maestros de bebidas espirituosas como ron y whiskey, incluso expertos en café, enólogos y en algunos casos hasta cocineros.
“Mi trabajo consiste en viajar, probar, leer, observar y plasmar mi experiencia y observaciones en las mezclas. Voy a los campos de siembra de té en diversos puntos del planeta, compro directamente a los productores, establezco las mezclas según las necesidades de mis clientes”, afirma Omarly Alcina, pionera en este campo en Venezuela y creadora de Kepén, una espacio que comenzó como un expendio de infusiones a base de té, frutas, raíces y especias, ubicado en el paseo del Lago en Maracaibo y que actualmente es un franquicia con sedes en varias ciudades.
“El té se parece a la gente, a los países, a lo que éstos transmiten. Dependiendo de esas características establezco las mezclas”, afirma Alcina. Pone como ejemplo cuando le tocó diseñar un blend para el gusto maracucho, «mi impresión es que debía tener mango, parchita, es decir, sabores dulces de notas cítricas, vibrantes y frescos. Incluí Flor de Jamaica porque en el Zulia la asocian con el Coolaid, que es tan popular en esas tierras. El secreto del blend es no solo trabajar el gusto, sino el retrogusto. Entonces tenía claro que debía incluir frutos rojos para lograr una mezcla adaptada al paladar local”.
Omarly narra que para la establecer la carta de Kepén muchas mezclas se desecharon, así como otras no se han dejado de vender desde el primer día. “Ha sido un proceso de ensayo y error, por ejemplo, incluí el lapsan touchon, de origen chino de sabor ahumado muy popular en Rusia, pero aquí la gente se quejaba que le sabía a chuleta. Lo mismo sucedió en el Darjeeling, el mundialmente conocido como el champagne del té, pero que en Venezuela no tuvo salida. “Nuestro gusto es tropical, a frutos rojos, a fresa, cereza con notas de mango y parchita”.
El té perfecto en 4 pasos
1.- Utilizar agua libre de cloro. Preferiblemente embotellada.
2.- Más té no es mejor té. Así que por cada taza de 12 onzas o 300cc son suficientes 2grs té, equivalentes más a menos a una cucharita de postre.
3.- El agua no debe llegar al punto de ebullición. Eso mantendrá sus propiedades y conservará lo mejor de su sabor.
4.- El tiempo de infusión depende del tipo de té: 3 minutos para el verde, de 4 a 5 para el negro, rojo y Roibuns.
Un consejo final: no estrujar la bolsita de té contra la cucharilla.