Los nativos de escorpio le ponen a la cocina la misma pasión que le ponen al resto de las cosas en su vida. La ven como un laboratorio, donde se producen transformaciones fabulosas y misteriosas. La magia viaja a través de los alimentos y licores, que pueden ser perfectos para echar conjuros, bendiciones, maldiciones o placer (especialmente sexual).
Su cocina es un mundo rico en aromas, secretos, especias, ingredientes desconocidos, incluso algunos tóxicos y venenosos, porque ejercen cierto flirteo con el peligro. Posiblemente le brillen los ojos cuando se enteran de la existencia de un pez Globo en tierras niponas, el cual si no es procesado del modo correcto, puede ser mortal.
Cualquier platillo abundante en especias le fascinará, porque con los escorpiones no hay términos medios. Les gusta o no les gusta. Les atrae o no. Pero no comen algo porque es lo menos malo que encontraron. Asiduo a la cocina mejicana, hindú, marroquí, iraní y asiática en general.
No son dados a las restricciones y si en el proceso tiene que incurrir en excesos, lo hará sin pensarlo dos veces. Las indigestiones o intoxicaciones no le preocupan, bien valen el riesgo.
Si a un escorpio le gusta un platillo, recordará todo lo que comió: su color, aroma, textura y en ocasiones hasta su precio. Si por casualidad en esa ocasión alguien fue tacaño o se hizo el loco al cancelar la cuenta, lo recordará con claridad y no lo olvidará nunca.
Pasión, intuición y observación
La pasión con la que asume sus empresas pueden llevarlo a caer en la gula. No es de extrañarse que encuentre escorpiones pasados de peso, conscientes que su modo de alimentarse puede aniquilarlos, ante lo cual solo pueden alegar que lo disfrutan y que es incontrolable y eso es cuando deciden dar alguna explicación.
Cuando asisten a una fiesta, tienden a permanecer callados, a observar a quienes lo rodean, estudia a los otros, los analiza pero el filtro final es su intuición, muy afinada, por cierto. Eso lo lleva a descubrir sus debilidades, información que puede serles útil para atacar o defenderse si es necesario. Son milimétricos para dar donde duele a la gente y lo harán sin remordimiento ni buena intención.
Prefieren cocinar para la intimidad, adeptos de los afrodisíacos y sus efectos. Si un escorpión invita a una persona a comer en el contexto de una cita, tenga por seguro que con toda frialdad ejercerá sus poderes de seducción a través de los más exóticos manjares, sabrá qué, cómo y cuándo decir las palabras adecuadas. No es de extrañar que al final de la velada el invitado termine seducido y a total merced de los sueños y fantasías de su anfitrión.
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